Dania Virgen García
Cuba por Dentro
Desde
 la prisión de Ariza, provincia de Cienfuegos, el interno Yasser Rivero 
Boni, refiere que las autoridades del penal permiten y sacan ganancias 
de las apuestas y los juegos prohibidos,  sancionados penalmente.
Según
 la fuente, si el perdedor no quiere pagar, el teniente coronel Alfredo 
jefe provincial de cárceles y prisiones, dio las instrucciones de que 
todo preso que deba cigarros, aseo personal, o dinero por  juegos o 
apuestas, tiene que pagarlo obligado; no se puede cambiar de compañía a 
ningún preso, aunque su integridad física corra peligro por las deudas: 
el cobrador tiene que cobrar como sea.
“El
 cobrador puede golpear, quitar cualquier pertenencia, e incluso hasta 
violarlo, y esclavizarlo, que los guardias no se inmiscuirán en el 
asunto”, comentó la fuente. “Solo 
intervienen cuando la situación se agrava y llega a los extremos: 
pinchazos y puñaladas. Cuando el lesionado se restablezca, lo regresan 
al lado del agresor nuevamente, para que continúe cobrando si aun lo 
desea”.
Los
 que más se endeudan son los presos dependientes de las drogas, que se 
endeudan comprando pastillas, y los alcohólicos, que compran un alcohol 
llamado calambuco, elaborado por los presos a base de jugos, mermeladas,
 y agua con azúcar fermentada.

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