Se
han incrementado en las prisiones los métodos de torturas físicas y
sicológicas, los tratos crueles degradantes e inhumanos. Cuando ocurren
muertes por diferentes prácticas, luego son justificadas como
necesarias. Todos estos métodos son del conocimiento del gobierno.
Familiares
y presos envían cartas a las instituciones gubernamentales acusando a
los militares que día a día violan los derechos humanos dentro de los
centros penitenciarios.
La abogada independiente Teresa Gutiérrez, del centro de información
CUBALEX, reportó recientemente varios hechos sucedidos en la prisión
provincial de Las Tunas.
El preso Julio Acosta Guerra dijo que una serie de funcionarios del
orden interior utilizan severas golpizas que dejan lesionados a los
presos para doblegarlos. En la mayoría de los casos, los torturadores
quedan impunes. Entre ellos nombra al mayor Leandro García Pena y a Juan
López. El primero fue sancionado una vez por autorizar y permitir los
tratos degradantes e inhumanos, pero al cumplir un año y un día de su
sanción, regresó a las filas del MININT.
El preso Humberto Echavarría refirió que los brotes de tuberculosis y
la propagación de enfermedades y plagas causan sufrimiento y a veces
muertes dentro de la población penal. También se queja de la mala
elaboración de los alimentos y de la deficiente atención médica.
Entre cada edificio de la prisión se encuentra las soleras. Debajo de
éstas, están las instalaciones hidráulicas y sanitarias, todas en mal
estado desde hace muchos años, dando lugar al derrame de aguas albañales
que contaminan el agua potable, creando ambientes favorables para todo
tipo de insectos, parásitos, y roedores.
La higiene en el interior de las celdas es pésima, debido a la falta
de recursos y el hacinamiento. Los reos duermen en el piso, en
condiciones infrahumanas, con todas sus pertenencias en el suelo, por
encima de las cuales pasan cucarachas, ratas, y otros bichos.
En la misma prisión, según informó el preso Liuban Yon Utra,
perteneciente a la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), el opositor
Yosvani Sánchez Sol, fue enviado a una celda de castigo, luego de
negarse a tomar las tres tabletas que están suministrando para la
prevención del cólera.
El pasado 27 de febrero, en la noche, había 12 reclusos contagiados que habían sido ingresados.
El primer caso de cólera detectado en el penal fue el reo Mariano Martínez Núñez.
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