Desde la prisión de Ariza, en la provincia de Cienfuegos, el recluso
Julio Ortiz Argudín, informa acerca de las duras condiciones de vida de
los reos de régimen severo que trabajan en la producción de carbón para
la exportación.
Refiere Julio Ortiz, que los presos son trasladados por cantidades al campamento que antiguamente era el instituto pre universitario en el campo, ¨Lino Pérez¨, que ha sido habilitado para albergar a los reos que trabajarán en la producción de carbón.
El trabajo de los reclusos es el corte de marabú, para hacer el carbón. Trabajan sin las mínimas condiciones de protección física. Los jefes de orden interior les exigen mil kilogramos de carbón cada 25 días por preso. Si no cumplen, son restituidos a la prisión.
Les pagan un salario de 470 pesos en moneda nacional, que equivale a menos de 20 dólares por mes. Pero muchos reclusos se quedan sin cobrar hasta dos y tres meses, porque los guardias argumentan que la nomina se perdió.
Los colchones que utilizan los reos para dormir están rellenos con yerba seca, y forrados con sacos de nylon. Duermen rodeados por nubes de mosquitos y todo tipo de insectos.
Los reclusos tienen que caminar cuatro veces al día una distancia de aproximadamente tres kilómetros para llegar al marabú y a los hornos de carbón.
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