Por Miriam Leyva
El impago a los campesinos, los controles, las carencias de insumos e
implementos, las ataduras a la comercialización y las ganancias
desestimulan el trabajo en la agricultura
LA HABANA, Cuba. – El arroz, los frijoles, el bistec de puerco, el
lechón asado y la yuca con mojo formaban el plato tradicional cubano.
Todo ello va camino de convertirse en lujo para turistas. El huevo dejó
de ser el salvavidas y los frijoles se perdieron con la plaga.
En este nuevo contexto, marcado por la pandemia de COVID-19, comparecieron en la Mesa Redonda del pasado 23 de junio los ministros de Agricultura y la Industria Alimentaria, así como presidente del Grupo Azcuba.
El objetivo de los funcionarios fue comunicar el rendimiento de sus
parcelas durante la pandemia y los planes para la recuperación.
Detallaron asuntos esbozados por Díaz-Canel en diversas reuniones, pero
no anunciaron medidas liberadoras del campesinado ni la disminución del
desabastecimiento de productos esenciales.
La producción de azúcar y sus derivados fue decisiva en la economía
cubana a través de siglos. Como es usual desde la destrucción de la
agroindustria, el presidente de Azcuba, Julio García, no ofreció cifras
sobre el resultado de la zafra 2019-2020, en la que es posible apenas
haya sobrepasado el millón de toneladas de azúcar.
García expresó que entre junio y diciembre la prioridad de la empresa
es el cumplimiento de las labores de producción de caña, pues en los
últimos tres años se ha incumplido la siembra. Anteriormente, esto se
achacaba a la sequía, los ciclones y otros fenómenos meteorológicos.
Ahora, se añade la falta de combustible.
El directivo abordó las bajas siembras en la campaña de frío, cuya
recuperación se espera en la actual campaña de primavera hasta
septiembre, simultánea con las reparaciones de los centrales y las
labores en la producción de alimentos para consumo humano y animal.
Por su parte, el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero,
habló sobre la imposibilidad de elevar la producción de arroz, que cayó
en 2019 debido, fundamentalmente, a la falta de combustible, agua y
fertilizantes. También planteó la posibilidad de recuperar la masa
porcina, golpeada por la insuficiencia de pienso.
La escasez de alimentos en La Habana es la más crítica y hay quejas
de la población, manifestó el directivo, pero no anunció solución a
corto plazo. De las 500 toneladas diarias requeridas, solo están
llegando entre 70 y 80 debido a las lluvias.
De igual forma, se anunció que el sistema de abastecimiento al
turismo, integrado por la empresa de frutas selectas y otras, será
restablecido.
Rodríguez Rollero planteó como prioridades de la agricultura
incrementar la siembra, la venta y la exportación, así como fortalecer y
perfeccionar el acopio, eliminar las indisciplinas y los delitos.
También hizo énfasis en los cultivos de ciclos cortos intercalados, la
finca integral con hortalizas, viandas, maíz y plátano. Algunas medidas
adoptadas durante la pandemia se mantendrán, como el abastecimiento a
las comunidades alejadas y a domicilio para las personas más vulnerables
y mayores con el sistema de agromóvil y bicimóvil, para lo que han
recibido bicicletas.
Rodríguez Rollero recalcó la necesidad de una contratación eficiente
con alrededor del 80% de las producciones, para lo cual los directivos
del Ministerio y la Asociación de Agricultores Pequeños (ANAP)
tienen que ir a las fincas, al surco, “porque ir a las cooperativas no
resuelve”. Como novedoso planteó que el productor comercialice
directamente en las zonas aisladas, de difícil acceso o de escasa
población.
El funcionario pormenorizó los éxitos de la Empresa Agroexportadora
Ceballos de Ciego de Ávila, que también tiene una vasta red de
minindustrias. Sin embargo, no se divulga que es el resultado de la
independencia de gestión, al ser el único conglomerado con permiso para
gestionar sus exportaciones, invertir parte de sus ganancias en divisas y
elevar los salarios. Tampoco se expone que Ceballos tiene una
tradición, que se remonta a su fundación en 1900 por varias familias
norteamericanas, con una producción de naranjas que se elevó a un millón
de dólares en 1956. Hasta el inicio del Período Especial, se
mantuvieron los campos de piña y naranja para la exportación.
El autoabastecimiento municipal se continuará priorizando mediante la
Agricultura Urbana, Suburbana y familiar, cuyas cifras nacionales de
los patios y parcelas pormenorizó el ministro. La existencia de 808
microindustrias de una persona se presenta como una bondad del actual
gobierno. No obstante, la microindustria formó parte de la vida de los
cubanos durante siglos, hasta la Ofensiva Revolucionaria de 1968.
Como un éxito, Rodríguez Rollero expuso la nueva celeridad en la
entrega de tierras estatales ociosas en usufructo. También expresó que
el proceso duraba 114 días, con 10 215 pendientes, y se logró hacerlo de
15 a 20 días entre marzo y junio, período en el que hubo 580
solicitudes, aunque ahora hay 1998 fuera de término.
Sobre el cerdo, la situación es compleja por la carencia de
alimentos. A los 20 000 productores se les debe 90 000 toneladas de las
113 000 comprometidas. Ellos han pedido un total de 116 000 hectáreas
para producirlos alimentos y se les darán. Además, están solicitando
ayuda para la electrificación de las fincas, a fin de cambiar la matriz
energética de diesel para el riego, lo cual se está analizando. El
Ministerio ha entregado a la industria 6 000 toneladas de carne de las
17 000 toneladas comprometidas. La raza criolla (de piel negra) se está
fomentando.
Manuel Santiago Sobrino, ministro de la Industria Alimentaria,
planteó como prioridad asegurar la canasta básica familiar normada.
Informó que no existen problemas con el abastecimiento de aceite, a
pesar del desabastecimiento por incremento de la demanda en las tiendas
de venta en divisas.
Según dijo, la harina de trigo para el pan está garantizada y para el
verano habrá cervezas, refrescos y confituras de producción nacional.
Entre las prioridades del organismo están los aseguramientos logísticos
para la campaña de primavera de la leche y el mango, la pesquería de
escama en la plataforma, la acuicultura, elevar la carne en conserva, el
encadenamiento productivo con las industrias locales y otros organismos
que procesan alimentos, y el reciclaje de envases.
El impago a los campesinos, los controles, las carencias de insumos e
implementos, las ataduras a la comercialización y las ganancias
desestimulan realizar los grandes esfuerzos del trabajo en la
agricultura. La situación de la agroindustria es muy preocupante por ser
la fuente de la alimentación de la población.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario