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'LOS IMPERIOS FUNDADOS POR LA TIRANIA Y SOSTENIDOS POR LA FUERZA Y EL TERROR, DEBEN CAER CON EL ESTREPITO DE LOS CATACLISMOS GEOLOGICOS'...

LAS CARCELES NO CALLARAN LA INJUSTICIA NI SUS CRIMENES, Y SI FUERA NECESARIO SE ALZARAN LOS MUERTOS PARA JUNTO A LOS VIVOS DEFENDER LA PATRIA DE LAS GARRAS DEL TIRANO...

TRADUCTOR

DECLARACIONES DEL PRISIONERO RAUL RODRIGUEZ SOTO REALIZADA POR LA PI DANIA V GARCIA

DECLARACIONES DE MABEL GONZALEZ POR DANIA V GARCIA

DECLARACIONES DE MABEL GONZALEZ ALFONSO POR DANIA V GARCIA

DECLARACIONES DE MABEL GONZALEZ ALFONSO POR DANIA V GARCIA

martes, 25 de junio de 2013

Sigue entre rejas por un falso testimonio

Por Eriberto Liranza Romero
Pedro La O Vazquez, en el momento de entrar en prisión


LA HABANA, 24 de junio de 2013, Eriberto Liranza Romero/


El joven Pedro Enrique La O Vázquez, de 28 años de edad, sostiene una huelga de hambre desde el pasado día 10, exigiendo se le exonere de un presunto delito de “robo con fuerza”, por el cual cumple una sanción de 7 años de privación de libertad en la prisión El Típico, en la oriental provincia Las Tunas. 

Según narra su esposa, Adnelis de la Cruz Ochoa, “Pedro ha pasado la mayor parte de su juventud en prisión. Con solo 16 años inventó un arma de fuego con uno de los inyectores de un motor diesel y, motivado por la miseria extrema en la que vive su familia, asaltó una gasolinera de la empresa CUPET sustrayendo el dinero de la venta.

Ese mismo día, el joven cumplía 16 años. Describe su madre, Digna Vázquez, que esa mañana su hijo le contó que iba a comprarse la ropa que nunca tuvo, y montarse la fiesta de cumpleaños que jamás disfrutó. En horas de la noche, la fiesta era un carnaval, decenas de amigos celebraban junto a Pedro la cantidad de ron, cerveza y comida que éste había conseguido.

En las calles de la ciudad de Las Tunas corría la noticia de cómo un hombre con una capa amarilla y enmascarado había asaltado el CUPET con una pistola. Al amanecer, eran dos las novedades, el asalto a la gasolinera y la fiesta de Pedro. No había que ser un gran detective para seguir las pistas del malhechor.
Con una orden de registro a la casa de Digna se presentó la policía con perros, armas de fuego y un ejército de la Brigada Especial; en la casa encontraron el carnet de identidad de la dependiente de la gasolinera, una blusa y la carpeta con la que Pedro robó el dinero.

Con las pruebas encontradas y la confesión del joven de 16 años, el caso estaba resuelto. Todavía borracho, Pedro alardeaba de que “iba preso pero se vistió con ropa nueva y tuvo la fiesta de cumpleaños que quiso.

Una pequeña nota en el diario local  presentó al adolescente como un vil delincuente, mientras loaba los “esfuerzos” de la policía para dar con el bandido. Sin antecedentes penales, Pedro fue condenado a 15 años de privación de libertad en una prisión de máximo rigor.

Deuda con viejos “amigos”…

10 años después, y purgando aun su condena, el joven es presentado nuevamente ante el Tribunal Provincial Popular de Las Tunas, esta vez acusado de “robo con fuerza en las cosas”, delito por el cual es sancionado a 7 años de privación de libertad.

Varias pruebas que demuestran que en el momento en que se efectuó el robo Pedro se encontraba bajo la custodia de los guardias del Penal, no fueron aceptadas por el tribunal. La familia no tenía dinero para pagar un abogado, por lo que le asistió uno de oficio que no conocía el caso.

La policía acusó a Pedro porque los implicados declararon que había participado en el robo, así lo dijeron en la Unidad de Instrucciones y eso bastó para que le aumentaran años a su condena. Ya en el juicio, los ladrones confesos, Reinier Núñez Cutiño y Yademirs Ramagoza Hernández, se retractaron y dijeron que ellos habían mentido, que todo se debía a una venganza porque Pedro les debía dinero de un préstamo que Núñez le había dado.

La familia de Pedro posee además un documento firmado y acuñado por el capitán Leónides Cutiño Reyes jefe del Centro Tunas 2, que demuestra que un pase (salida temporal) otorgado a Pedro no se corresponde a la fecha del robo (vea abajo el documento en PDF).

Aun así, Pedro fue condenado a 7 años de privación de libertad. Dice su madre y esposa que estaba esforzándose para ganarse la libertad condicional, para cuidar de sus tres hijas, las que le nacieron estando tras las rejas.

Después de haber escrito a las instituciones de Justicia y del Gobierno, Pedro se siente impotente; vuelve a tomar una medida extrema, esta vez decidió protagoniza una huelga de hambre exigiendo un nuevo juicio y que le den el derecho de presentar las pruebas que demuestran su inocencia.

Vea documento que tal vez pueda desmentir una acusación:
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