El
pasado 4 de septiembre se realizó el juicio en el tribunal de Carmen y
Juan Delgado en la Víbora municipio de 10 de Octubre, en la Habana, en
la sala de delitos contra la Seguridad del Estado, de la presa política
Madeline Lazara Caraballo Betancourt, quien está recluida
arbitrariamente en la prisión para enfermos del VIH-SIDA, en San José de
las Lajas, provincia Mayabeque.
Hubo un fuerte despliegue policial
alrededor del tribunal. Varias decenas de guarapitos pertenecientes a
la policía de la Seguridad del Estado, del departamento represivo del 21
nacional, situado en la avenida 31, al lado de la 6ta unidad, junto a
varias decenas de agentes del orden público, con patrulleros que se
presentaban con mujeres uniformadas de color azul.
Al llegar a la entrada del tribunal, burlando el operativo en un
carro particular, ya estaban esperándome un grupo de guarapitos de la SE
y un grupo de uniformados de la Policía Nacional Revolucionaria que
sabían quién era esta reportera.
El que estaba en la entrada, quien se presentó como policía de la
SE, me dijo: ”Dania Virgen, usted sabe que no puede pasar al juicio,
está prohibido que usted pase”. Le dije que yo sabía que esto iba a
suceder, pero que mi nieto valía más que ellos, que yo quería saber y
ver lo que estaba sucediendo que no se preocupara que yo me iba a
retirar.
Al frente del tribunal se encontraba Juan Manuel Pérez Asencio, el Chino, esposo de la presa, quien me llamó y me saludó.
Comencé a llamar a Juan Goberna, activista de la Comisión de
Derechos Humanos y Reconciliación Nacional que dirige Elizardo Sánchez
Santa Cruz. Al momento se me acercó un guarapito que andaba junto a
otros en un carro.
No voy a mencionar sus nombres y hacerlos famosos; espero que me
entiendan, no tengo animo de hacer famoso a represores, esbirros y
abusadores de mujeres.
Ya cuando iba a una cuadra caminado se me acercó un carro patrullero y
me montaron a la fuerza. Me grababan y provocaban para ver si
desobedecía sus ordenes, pero en todo el momento les dije que no iban a
lograr lo que ellos querían, que mi nieto valía más que ellos.
Uno de los guarapitos que en su carro andaba con cuatro de ellos,
paró y les dijo a los policías que me pasaran para otro carro. Con mucha
calma, cambié de carro.
No quiero seguir con mi historia porque la que tiene en estos
momentos validez es la de la presa política Madeline Lázara Caraballo.
La abogada todo el tiempo estuvo comunicándose conmigo, dándome detalles del teatro que estaba montado en el acto del juicio.
La abogada todo el tiempo estuvo comunicándose conmigo, dándome detalles del teatro que estaba montado en el acto del juicio.
Hubo manipulaciones
por parte de la fiscal y la presidenta del tribunal, quien le faltó el
respeto a la abogada en una ocasión.
Madeline Lázara Caraballo fue sancionada a la máxima sanción que le
pedían por los cuatros delitos imputados por el régimen, tres años de
privación de libertad.
Me contó la abogada que a la madre de Madeline, que tiene 80 anos, le
subió la presión durante el juicio oral y hubo que asistirla.
Pido a la opinión pública internacional que se pronuncie por esta opositora pacífica que fue severamente sancionada.
Madeline Lazara Caraballo se encuentra en celda de castigo debido a
que la carcelera y reeducadora le impidió a llamar a esta reportera.
Por un reciente incidente que tuvo, le cambiaron la reeducadora y
amenazaron con sancionarla por el delito de atentado, lo que fue
impedido por su abogada.
Quiero destacar que la abogada Belkis Maura defendió a la presa
política como está establecido, sin temor a nada.
Personalmente la
felicito por su valor. Su teléfono: 5 272 88 08.
Madeline, después del juicio tiene un pase, y a los seis meses le
toca la libertad condicional. Actualmente tiene 11 meses en reclusión.
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