Iyamil al centro con camiseta azul rodeado de amigos. Foto: cortesía del autor.
- La Habana.
El joven recluso Iyamil García Benítez de 35 años de edad, vecino de la
calle Pinar del Rio entre Hatuey y Lindero, reparto Párraga, municipio
Arroyo Naranjo, murió en circunstancias aún no esclarecidas en la
Prisión Combinado del Este en
La Habana. Esta cárcel de máxima seguridad se encuentra en cuarentena
por una epidemia de cólera. Los familiares sospechan que ésta sea la
verdadera causa de la muerte de Iyamil.
En
la mañana del pasado 17 de septiembre, los familiares del recluso
recibieron una llamada de uno de los presos de la compañía donde se
encontraba García, para informarles que el joven se encontraba en estado
grave. Las hermanas de García conocieron después de estar dos horas en
la cárcel, que su hermano había muerto cerca de las 2 de la madrugada de
ese día.
Irasema García Benítez, hermana de Iyamil, declara que cuando
llegaron al penal fue rodeada por un cordón de militares y fueron los
familiares de otros presos los que
impidieron que fuera golpeada por los uniformados. Los gritos de
Irasema reclamando ver a su hermano provocó la ira de los familiares
quienes exigían respeto por el dolor de la joven.
“Mi hermano murió como a las 2 de la madrugada y ni siquiera nos
avisaron, era fuerte y no padecía de ninguna enfermedad, quieren
encubrir la causa de su muerte y exigimos la verdad, cuando vimos el
cuerpo de mi hermano estaba muy inflamado, casi irreconocible, si murió
por cólera o lo mataron a golpes tenemos derecho a saber la verdad”,
declaró Irasema.
Ismara García Benítez, otra de las hermanas de Iyamil, dice que el
día 9 de septiembre visitó a su hermano y lo vio en buen estado físico,
“antes de la visita nos llevaron para una sala donde nos informaron que
la prisión se encontraba en cuarentena por un brote de cólera, nos
impidieron entrar varios alimentos al comedor debido a esta epidemia,
luego nos encontramos con nuestro hermano y lo vimos bien, jamás
sospechamos que podría morir”.
Ismael García, otro de los hermanos, dijo que un preso lo llamó por
teléfono diciendo que su hermano había tenido vómitos y perdió el
conocimiento después de horas sintiéndose mal, “todo está muy extraño
pues después de la visita no recibimos más noticias de él y nos llamaba a
cada rato, las autoridades se negaron a decirnos con claridad la causa
de la muerte, uno dijo que fue por el cólera, otro que fue por causa de
una embolia, otro que fue un infarto, la verdad nadie la dice”.
La madre del joven fallecido, una anciana enferma y casi inválida
dice que su hijo no debió morir de esa forma, que el policía jefe de
sector de su barrio lo acusó sin pruebas bajo convicción moral por un
supuesto delito de “robo con violencia” y que lo dejaron morir en la
cárcel como si fuera un animal.
Vecinos entrevistados declaran que Iyamil García era un joven muy
querido en el barrio, tres ómnibus repletos de vecinos fueron a darle un
último adiós al cementerio después del velorio que le dedicaron en su
propia casa. Otros casos de sospechosas muertes de jóvenes saludables se
reportan por toda la isla en prisiones contaminadas por el cólera,
muertes que los doctores militares encuentran causas naturales.
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