Los 72 
cubanos que abordaron el remolcador 13 de Marzo, el 13 de julio de 1994,
 lo hicieron con el propósito de dejar atrás el escenario desolador 
existente en su país, cuando tras la caída del Muro de Berlín en 1989, 
el régimen se empecinó en no abrirse a la economía de mercado
     
    
    A 21 AÑOS DE UNA MASACRE    
  
MIAMI.- ILIANA LAVASTIDA RODRÍGUEZ
Ilavastida@diariolasamericas.com
@IlianaLavastida
“Elementos antisociales”, así llamó el régimen de La Habana a los 37 
cubanos que quedaron sepultados en el mar en 13 de julio de 1994, a sólo
 siete millas del litoral, cuando la embarcación en la que intentaban 
escapar del país fue embestida con potentes chorros de agua disparados 
por los cañones de dos remolcadores de acero, que el Gobierno dispuso 
para una operación en la que había que impedir a toda costa la huida, 
aunque a cambio hubiera que matar.
Entre cinco meses de nacido y 52 años oscilaban las edades de las 
víctimas que a 21 años del homicidio múltiple no han sido reivindicadas 
por la justicia, a pesar de que un dictamen emitido por la Comisión 
Interamericana de Derechos Humanos define lo que ocurrió: “Las pruebas 
demuestran claramente que el hundimiento del barco 13 de Marzo no fue un
 accidente, sino un hecho premeditado e intencional”.
Por la impunidad en la que permanecen los autores intelectuales y 
materiales del hecho, y porque la memoria de los fallecidos no le 
permite deponer la voluntad de que se haga justicia, es que Jorge A. 
García, que perdió a 14 de sus familiares ese fatídico día, insiste cada
 aniversario de la tragedia en repetir la verdad de lo ocurrido.
“A 21 años de distancia voy caminando por una especie de cuerda floja
 con el peso del recuerdo de mis 37 muertos, asesinados durante la 
masacre del remolcador 13 de Marzo. Y camino como ‘pisando huevitos’ 
para evitar un resbalón que me haga caer en el abismo de las tendencias,
 respecto a la apertura de relaciones entre Estados Unidos y la tiranía 
feroz de los Castro. Y prefiero seguir andando por este trecho peligroso
 hasta encontrar la fórmula mágica que devuelva la libertad para Cuba y 
reivindique a mis muertos”.
El nuevo contexto
Tal y como dejó escrito García, en este nuevo espacio que se abre por
 el acercamiento entre Washington y La Habana, los cubanos que hasta hoy
 encontraban respaldo en las leyes de Estados Unidos para sortear los 
efectos de las arbitrariedades de la dictadura, de repente quedan en 
medio de un limbo, porque si bien el estatus del régimen dictatorial no 
ha cambiado, la autocracia militar, que mantiene secuestrado el poder en
 el país por casi 60 años, comienza sin embargo a ser tratada como un 
Gobierno que respeta el estado de derecho, nada más y nada menos que por
 el país que simboliza el respeto a los derechos y las libertades en el 
mundo.
Los 72 cubanos que abordaron el remolcador 13 de Marzo, el 13 de 
julio de 1994, lo hicieron con el propósito de dejar atrás el escenario 
desolador existente en su país, cuando tras la caída del Muro de Berlín 
en 1989, el régimen se empecinó en no abrirse a la economía de mercado y
 la población subsistía como en decreto de guerra.
La embarcación que abordaron no estaba en estado defectuoso ni fue 
tomada a la fuerza como dijeron las versiones de la prensa oficialista 
cubana. Fidencio Ramel -cuñado de Jorge García- en aquel momento era el 
jefe de operaciones del Puerto de La Habana y tenía a su cargo el 
remolcador 13 de Marzo. Él fue una de las víctimas.
La embarcación sí era de madera, pero estaba en perfecto estado. 
Desde luego no resistió la arremetida de los potentes chorros de agua 
con los que comenzaron a dispararle desde que estaba en la bahía frente a
 la imagen del Cristo de la Habana. Contra los cristales y las personas a
 bordo, lanzaron disparos de 2.500 kilogramos de fuerza por pulgadas con
 la intención premeditada de hundirlos.
María Victoria, la hija de García, a quien el mar y el forcejeo de 
otros tripulantes por sobrevivir le arrancaron a su hijo de 10 años de 
los brazos, ha descrito en testimonios ofrecidos previamente que 
mientras ellos imploraban que no les hicieran daño y les enseñaban con 
los brazos en alto a los niños, los hombres que habían recibido la orden
 de matar no se detuvieron.
Uno de los remolcadores de acero dispuestos por el Gobierno cubano 
para la operación, tras tomar impulso, envistió por detrás al 13 de 
Marzo, provocando que se quebrara y se hundiera de inmediato.
“Los otros barcos presentes, en lugar de auxiliar a quienes flotaban 
en el mar, comenzaron a dar giros alrededor de ellos para crear un 
remolino que se los tragara”, narró García al periodista Luis Leonel 
León, en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, cuando se cumplieron 20 
años de la fecha.
Por eso cada año y a pesar de que la versión tergiversada del 
Gobierno cubano ha propiciado que muchos permanezcan con una idea 
confusa del suceso, García vuelve sobre la tristeza de sus recuerdos y 
retoma con fuerzas los detalles que sacan a la luz la verdad de esta 
masacre.
En una carta fechada el 14 de julio de 1994, por intermedio del 
cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado de su Santidad, Juan Pablo 
II, García recibió una nota de condolencia en la que el Sumo Pontífice 
se declaraba “profundamente apenado al conocer la dolorosa noticia y 
lamentable muerte de personas en las cercanías del Puerto de esa 
capital”.
LEA TAMBIÉN: Disidentes narran nueva jornada de represión en Cuba
Al cumplirse el aniversario 21 del hundimiento del 13 de Marzo, 
mediante una carta “que sabemos ya está en poder del papa Francisco”, el
 Movimiento Democracia, con sede en Miami, intentará llamar la atención 
del Jefe de le Iglesia Católica para que, al igual que ha tenido un 
importante desempeño en el deshielo entre los gobiernos de Washington y 
La Habana, “se interese por la tragedia de la familia cubana”, dijo 
Ramón Saúl Sánchez, que preside la organización, en declaraciones a 
DIARIO LAS AMÉRICAS.
La familia cubana ha estado expuesta a la división durante los 
últimos 56 años, no sólo porque en muchos casos se ha visto forzada a la
 emigración y el exilio, sino también por actos criminales como el 
hundimiento del 13 de Marzo.
El acto conmemorativo que recuerda el triste suceso tendrá lugar este
 lunes 13 de julio en la fuente principal de la Universidad 
Internacional de la Florida, a las 12 del mediodía. A la organización 
del evento se han unido Free Cuban Foundation y el Movimiento 
Democracia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario