LA HABANA
El
 recluso Michel Martínez Pérez se encuentra en estado de inanición 
voluntaria desde el pasado 19 de octubre. “Le están suministrando sueros
 intravenosos y eso sucede cuando existe peligro de deshidratación”, 
informó Iván Hernández Carrillo, expreso político del conocido Grupo de 
los 75.
Michel fue trasladado hace unos días a la enfermería del 
Establecimiento Penitenciario Agüica, en Matanzas. A sus familiares les 
preocupó su semblante durante la última visita. “Tiene mareos, presión 
arterial baja, boca reseca y taquicardias”, afirmó su hermano Yoel 
Martínez.
“Días después  de iniciar la huelga, mi hermano fue trasladado desde 
la prisión Combinado del Sur, en Matanzas, a otra más lejana, pues 
colocarse en ese estado es considerado una indisciplina grave por los 
agentes de orden interior”, aseguró.
“Solo bebe unos sorbos de agua en el día. Está inconforme con su encierro”, dijo entre lágrimas su madre Lázara de Jesús Pérez Martin. “Llamo todos los días a la prisión y solo me dicen que está estable. Eso es ilógico, pues mi hijo no come desde hace más de 30 días.
“Solo bebe unos sorbos de agua en el día. Está inconforme con su encierro”, dijo entre lágrimas su madre Lázara de Jesús Pérez Martin. “Llamo todos los días a la prisión y solo me dicen que está estable. Eso es ilógico, pues mi hijo no come desde hace más de 30 días.
Los familiares de los reclusos no tienen acceso a la información 
contenida en los registros médicos. El establecimiento penitenciario no 
permite la expedición de copias de certificados o resúmenes de historia 
clínica.
El preso común de 31 años de edad fue sancionado a 10 años de prisión
 el pasado 8 de marzo por el Tribunal Provincial de Matanzas. Aunque los
 jueces, en la sentencia 102 del 2012, no pudieron precisar la fecha y 
hora exactas en que ocurrieron algunos eventos, declararon probados los 
delitos de hurto, robo con fuerza y sacrificio de ganado mayor.
Ningún testigo confirmó la presencia de Michel en la escena de los 
hechos.  Solo una prueba de olor, técnica criminalística empleada 
frecuentemente en la isla, pudo a ubicarlo en el lugar. Esa prueba 
indica la presencia en un lugar determinado, pero no necesariamente la 
participación en el hecho delictivo investigado.
No obstante, la instancia judicial aseguró de antemano la 
culpabilidad del acusado Michel por ser “evidentemente conocedor de la 
zona”. También dio por probado que la bicicleta ocupada a Michel fue la 
utilizada en la transportación de carne de res.
Lázara de Jesús contrató los servicios legales de Bufetes Colectivos 
el 26 de marzo pasado, para apelar el fallo judicial. La sentencia de 
casación del Tribunal Supremo, notificada en octubre, corroboró “la pena
 de 10 años de prisión para Michel”.
Según la sentencia, “la Sala valoró – además de la muestra de olor- otras pruebas que le permitieron arribar al criterio de culpabilidad”. Pero en la decisión, la máxima instancia judicial no explicó ni mencionó siquiera las evidencias que contribuyeron a un fallo condenatorio.
Según la sentencia, “la Sala valoró – además de la muestra de olor- otras pruebas que le permitieron arribar al criterio de culpabilidad”. Pero en la decisión, la máxima instancia judicial no explicó ni mencionó siquiera las evidencias que contribuyeron a un fallo condenatorio.
Como consecuencia, Michel Martínez Pérez reanudó la huelga de hambre,
 única vía para algunos reclamar sus derechos en la isla. Aunque ha sido
 persuadido para que desista de la huelga, el reo mantiene su decisión.
“Llegará el momento en que los sueros no lo ayudarán”, señaló Iván Hernández Carrillo.

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