Por Gloria Pérez. Vocera MDH10deDic.
LA HABANA. Más de diez meses de hospitalización entre el centro de
salud de la penitenciaria Combinado del Este y el Hospital capitalino La
Covadonga lleva el prisionero Raúl Rodríguez Soto Presidente del Movimiento de
DH 10 de diciembre afiliado al CAPPF de la Brigada de asalto 2506, sin mejoría
alguna en su estado físico y mental. Nos refiere su esposa la vicepresidenta
del mencionado movimiento Mabel Gonzalez Alfonso.
Afirma que lo trasladaron para la Covadonga con el objetivo, no de curarlo , si no de
desvincularlo del Movimiento de derechos humanos que preside, y se estuviera
quieto, porque últimamente estaba muy problemático defendiendo a los presos.
Dijo el jefe de orden interior del Combinado y el médico de asistencia.
Al llegar al hospital la Covadonga, le afirmaron que allí le llegaría
la licencia extrapenal, la que espera desde el 2011, solicitada en tres
ocasiones, por sus múltiples enfermedades todas agudizadas en cautiverio, su condición
de diabético tipo I, descompensado y dos lesiones en la columna vertebral así
como en ambas rodillas que lo tienen confinado a una silla de ruedas desde el
2008, Entre otras enfermedades todas de criterio quirúrgico y delicado.
Lo último que le refirió el jefe de atención de la sección 21 el oficial conocido por Ruben, fue que
su licencia estaba en trámites, después supo por medios fiscales que todo era una
farsa.
Por otra vías gubernamental le dijeron que si le buscaba la familia una
visa humanitaria le otorgaría la licencia extrapenal de inmediato, por que lo que querian era que acabara de irse del pais.
Después le afirmaron a los varios dias, para desequilibrarlo aun más, que a un preso no lo pueden visar.
Lo cierto es que estas manipulaciones, mas la falta de atención humana
y medica, los niveles elevadísimos de glucosa en sangre, y el cumulo de
mentiras han agudizado los problemas emocionales de Raúl Rodríguez Soto, quien
se encuentra en un estado crítico de depresión mayor, confinado a una silla de
ruedas, y encerrado en un cuarto calabozo en el hospital la Covadonga en el
Cerro, custodiado por 4 efectivos de la seguridad del Estado, como un prisionero
de alta peligrosidad, sin beneficios de teléfono, ni de visitas familiares
porque no se le puede permitir que continúe dirigiendo el ´grupusculito¨ de
movimiento que se ha inventado. Y como el persiste en continuar defendiendo a
los prisioneros, y grita a todo pulmón, que seguirá hasta que muera defendiendo
las violaciónes de los derechos humanos, alli estara hasta que se muera. dijo
Enfatiza Mabel Gonzalez Alfonso que ella sabe que su esposo es fuerte
y valiente, pero ya no soporta más los desequilibrios y los abusos de la
seguridad del estado. Su hija menor de 10 años, está en manos de un psicólogo porque
ha sido acosada en la escuela y vivienda y ella es una mujer sin familia, que
ya no soporta tantas humillaciones y agresiones físicas a ella ,su hija y esposo,
por lo que asegura que sus vidas corren un eminente peligro en Cuba
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