El opositor Guillermo Fariñas se negó a ser atendido el sábado por la
doctora del sistema público de asistencia primaria, informaron los
voceros del Frente Anti Totalitario Unido (FANTU). Fariñas justificó su negativa alegando que el personal de Salud Pública "está coaccionado" por la policía política.
A pesar de admitir que ha recibido una buena atención por parte de
los médicos, el opositor manifestó que no puede aceptar ser examinado
por facultativos que son presionados por el Gobierno "para tratar de
manipular la información" sobre su estado real de salud.
Según el opositor, la Seguridad del Estado controla las decisiones del equipo médico del Hospital Universitario Arnaldo Milián.
"Me niego a que los médicos sean coaccionados por los militares de
Castro, por eso de ahora en adelante, no aceptaré la Atención Primaria
de Salud en mi vivienda".
El vocero del huelguista, Jorge Luis Artiles Montiel, dijo, por su
parte, que Fariñas sigue "mal, muy soñoliento y con el orine muy
oscuro". Agregó que ahora es solo Alicia Hernández, la madre de Fariñas,
quien lo examinará.
Por otro lado, el activista Carlos Amel Oliva, de la UNPACU,
permanece hospitalizado. Activistas de la organización informaron que se
le ha diagnosticado "polineuropatía", mientras que otro de los huelguistas fue ingresado con "deshidratación severa".
Varios intentos de comunicar con activistas de la UNPACU resultaron
infructuosos. En los últimos días la organización había denunciado la
interrupción de sus comunicaciones.
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