Las cooperativas privadas cubanas solo podrán operar 
dentro de sus provincias de origen y tendrán regulada la distribución de
 ingresos entre sus socios, de modo que no exista una gran brecha 
salarial, adelantó hoy el jefe de la comisión que supervisa la marcha de
 las reformas en la isla, Marino Murillo.
El exministro cubano de Economía explicó que estas medidas forman 
parte de la revisión -anunciada en agosto pasado- de la política para el
 funcionamiento del incipiente sector privado en el país, impulsado por 
las reformas económicas que Raúl Castro promueve desde 2011.
Las cooperativas no agropecuarias fueron autorizadas en 2012 como 
modalidad “experimental” de trabajo por cuenta propia, y en su mayoría 
se concentran en los sectores de la gastronomía, la construcción y el 
transporte.
Murillo, conocido como “el zar de las reformas”, adelantó ante el 
pleno de la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral) que tras un 
análisis se decidió no autorizar la creación de nuevas cooperativas no 
agropecuarias hasta concluir la revisión de las 429 existentes.
Como novedad adelantó que esta asociaciones de trabajadores autónomos
 solo podrán operar dentro de los límites de la provincia donde se han 
inscrito.
Para cerrar posibles brechas notables en los ingresos de los socios y
 trabajadores de estas asociaciones, se estableció que la diferencia 
entre el salario máximo y mínimo no podrá exceder del triple.
Esto evitará, dijo Murillo, que las cooperativas de autónomos o 
“cuentapropistas” se comporten como pequeñas empresas privadas, algo que
 el Gobierno comunista de la isla ya ha rechazado en varias ocasiones.
El jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo
 de los Lineamientos de la Política Económica, base de las reformas de 
Castro, agregó que a partir de ahora un individuo no podrá ser socio de 
más de una cooperativa o tener más de una licencia para ejercer el 
“trabajo por cuenta propia”.
Para propiciar esto, se han revisado y reducido de 201 a 122 las 
actividades autorizadas, reunidas en profesiones o ámbitos afines.
Esta disposición incluye la nueva licencia para operar bares, “hasta 
hoy camuflada bajo las licencias de actividades gastronómicas”, cuyos 
horarios de servicio serán aprobados por autoridades municipales, indica
 una nota de la web oficial Cubadebate, que reseña la intervención de 
Murillo.
Del más de medio millón de cubanos que se han acogido a las 
categorías de empleo no estatal permitidas por el Gobierno de la isla, 
más de 12.000 son socios de cooperativas no agropecuarias.
Uno de los grandes reclamos sin resolver para este sector es la 
creación de un mercado mayorista que provea sobre todo a los autónomos 
dedicados a la gastronomía.
Murillo explicó que actualmente trabajan en la creación de un mercado
 donde ofrecer productos de alta demanda como el arroz y la harina de 
trigo, y afirmó que aunque no cree que sea “un tema que se resolverá el 
año que viene”, sí se “darán los primeros pasos”.
Insistió en que las cooperativas no agropecuarias funcionan con 
determinado nivel de abastecimiento mayorista, pues compran algunos 
productos con un descuento del 20 % sobre los precios minoristas.
Murillo recordó además que pondrán en marcha un experimento con los 
socios de cooperativas de transporte de La Habana, que “tendrán acceso a
 precios del mercado mayorista en el combustible y a una cantidad 
racional de piezas de repuesto”.

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