Por Mabel González Alfonso.
LA
HABANA. (MDH)- El jueves 13 de septiembre visité a mi esposo el
prisionero de conciencia Raúl Rodríguez Soto, Presidente del Movimiento de DH 10 de diciembre en la sala de emergencias
del Hospital Provincial del Combinado del Este, donde se encuentra desde
hace un mes en muy mal estado de salud sin que hasta la fecha se hayan
resuelto ninguna de sus patologías todas graves y de consideración.
Al
ver su estado tan deplorable y crítico dentro de los parámetros de
salud, me dirigí al Jefe del Penal TTe. Coronel Vargas para preguntarle
por la situación de mi esposo el cual cada día que pasa empeora más de
forma física y mental, y para conocer de cómo van los trámites de la
medida extra penal solicitada hace un año, y de la cual lo único que se
me informa en todos los centros que tienen que ver con la misma, es de
qué falta una firma, pero esa firma no llega.
Este
oficial del Ministerio del Interior cubano, quien dirige la cárcel de
máxima seguridad conocida por Combinado del Este, me afirmó que no es su
culpa, que eso tiene que ver con la gente del Departamento 21 de la SE y
la Fiscalía, y que él lo único que conoce es que sigue faltando una
firma para que surta efecto la medida.
Es
decir que continuamos con la misma respuesta, mientras mi esposo el
prisionero Rodríguez Soto se continua deteriorando hasta llegar a estado
crítico, y de ahí a la muerte, por lo que no es justo que por un
problema netamente burocrático un hombre pierda la vida.
Por
lo que yo Mabel González Alfonso, Vice Presidenta del Movimiento de
derechos humanos 10 de diciembre, afirmó categóricamente que mi esposo
el prisionero Rodríguez Soto, continua con los niveles de azúcar en
sangre muy elevados, ha perdido todos los dientes y muelas a causa de
una infección aguda en las encías, donde ha incidido la atrofia de los
huesos maxilares, y de las encías, situación bien grave que empeora día a
día.
También
continúa con llagas en todo el cuerpo infestadas, y agudizadas en las
plantas de los pies, todas producidas por una infección generalizada que
tiene en sangre y que aún se desconoce su patología, entre otras
enfermedades digestivas, de riñón, hígado, presión arterial, y óseas,
confinado a una silla de ruedas desde el 2008.
Por
lo que pido al mundo se haga eco de este caso que perece en condiciones
infrahumanas en un hospital penitenciario sin la atención requerida y
en espera de un derecho que le corresponde extra penal por sus
condiciones de salud, y que sigue peloteándose de una entidad en otras.
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