PERIODICO EL VERAZ DE PUERTO RICO. |
Por
Adela Soto Álvarez. Periodista Escritora.
"A
mi hijo y a todos aquellos inocentes que sufren del frío
de las celdas...
Muchas
personas imaginan que la cárcel es la representación
que hacen los grandes directores y guionistas para el 7mo arte
y que son proyectados con el objetivo de entretener a la cine-audiencia
y recaudar taquillas inimaginables, además donde los reos
viven su vida a las anchas, y aunque existan violaciones, los
carceleros son vulnerables, los héroes saltan las alambradas
y la justicia al final impera.
Todo esto es muy emocionante, y después de dos horas de
expectación nos calmamos al llegar al final del filme,
comenzando por mi que soy fanática a este tipo de películas
de acción donde la temática social es su esencia.
Pero si realmente nos remitimos a la etimología de la palabra
cárcel , a su contenido en la realidad objetiva y nos trasladamos
a una de las penitenciarias cubanas, a sus prisioneros, a la realidad
de sus celdas, entonces todo cambia, y nos llenamos de un sabor
tan amargo que se nos destruye la vida.
Todos sabemos que Cuba es una gran cárcel rodeada de más
y más cárceles por todas partes, combinada con una
persecución continuada, acoso y hostigamiento por parte
de la fuerza imperante y sus lacayos al mando.
Estas mazmorras, se alzan desafiantes en los lugares más
intrincados de cada provincia, con anchos y altos muros de hormigón
armado, alambres de púas electrificados, y más de
una veintena de guardia armados hasta los dientes, custodios,
conduces, y oficiales al mando de un gran cacique, que cumple
las órdenes del ordene y mande del jefe de la cuadrilla
de carceleros, que a su vez está bajo las órdenes
de otro de mayor jerarquía, y rango militar, pero tan inhumano
como los demás.
En cada cárcel cubana hay un sin numero de reclusos, políticos,
comunes y de paso, pero todos sumidos en la más cruel inclemencia,
y atados al mismo eslabón, “el abuso de cargo y la injusticia,
y que sin otra opción tienen que enfrentar diariamente
la realidad de sus interiores.
En estos interiores reinan los calabozos, mal llamados dormitorios,
huecos de castigo, departamentos de interrogatorios severos, oficinas
para los carceleros, un cubiculo de recepción, un comedor
tan siniestro como todo lo demás, donde se atienden las
visitas familiares, y algunos cuartos destinados a los encuentros
conyugales, donde cada cual tiene que llevar su aseo personal,
su cubo y sábana, de lo contrario lo espera un camastro
sin cubierta, con una mísera colchoneta.
Por lo que lo mismo te puede contagiar una ladilla, que un piojo,
o cualquier otro de los insectos que sobreviven de por vida en
estos centros penitenciarios.
Todos los días a las 5 de la madrugada dan el de pie a
grito limpio. Los reos en filas son contados como al ganado, y
posteriormente a las seis, proceden al mal llamado desayuno, que
no es otra cosas que un pedazo de pan viejo, con olor muchas veces
a saco, combustible, o a cualquier otro olor, menos al de harina,
y un sorbo de agua con azúcar prieta, o turbinada, todo
servido en jarros y bandejas de aluminio totalmente deterioradas.
Estos calabozos son casi todos tapiados, en forma de rectángulo
de 3.30 de ancho por 10.4 de largo, divididos en dos áreas,
en la que se ubican dos filas de literas de tres pisos donde duermen
18 personas aproximadamente.
Las literas ocupan un área de 8.2 metros cuadrados, dejando
libre un pasillo central entre ambas filas de literas metálicas
con batidores de tablas de madera sin cepillar, que ocupan un
área de 17.2 metros cuadrados, que permite a cada recluso
disponer en hipótesis de 0.90 centímetros cuadrados
de área de estar, cuando no se encuentra en su camastro,
muchas veces sin tapujes acordes para un ser humano.
Los colchones o colchonetas que están bien escasos, son
de guata, o saco de nylon con pedazos de esponjas marinas o fibra
vegetal, donde pululan las caritativas cucarachas, que gracias
a su expansión por el lugar se pasan todo el tiempo en
una lucha campal contra las chinches y a otras plagas que han
encontrado su habitad en estos sitios.
En estos supuestos cuartos no existen taquillas donde acomodar
las pertenencias ni los utensilios para la alimentación,
de los encarcelados, por lo que no les queda más opción
que colocar los mismos en el piso y dentro de bolsas, sacos o
maletines, que muchas veces les sirve de cama al buen número
de prisioneros que no poseen ni siquiera un camastro para el descanso
nocturno.
En otra área están los mal llamados baños
que no son más que un rectángulo de 2.70 por 3.30
metros, con una superficie de 9 metros cuadrados.
En ellos hay una letrina, una batea de cemento y un área
de aseo. No tiene puertas ni cortinas, ni existen grifos de agua.
Aunque de existir sería por gusto, pues este preciado liquido
lo ponen de forma esporádica y solamente para ser almacenada
en tanques, cubos, latas, etc. Lo que provoca constantemente contaminaciones
por parásitos, e infecciones cutáneas.
Los techos y las paredes son pintados con cal viva o yeso, por
lo que las alergias, y las erupciones en la piel, así como
los problemas respiratorios no cesan, incluyéndoles la
tuberculosis, y las neumonías a repetición.
El piso es de cemento gris con más agujeros que un queso.
Estas perforaciones fueron realizadas para ocultar objetos para
la defensa personal de algunos reos que por miedo a ser agredidos
los obtienen de diferentes formas y otros han sido construidos
dentro del penal y como es de suponerse a escondidas. Aunque en
estos momentos la mayor parte de los agujeros no se utilizan para
eso, a causa de las inspecciones y la extrema vigilancia, pasando
a ser cada abertura una cueva de ratones.
La iluminación es totalmente deficiente a pesar de que
son los propios reclusos los que a través de sus familiares
aportan los únicos bombillos que existen. Igual sucede
con los medios de limpieza, que si no se los consiguen por fuera
en la bolsa negra o el área de la divisa, no tienen con
que realizar el aseo a las continuas suciedades del lugar.
El aseo personal es otra de las cosas deficientes en los penales
cubanos, se conoce que cada dos meses se le distribuye a cada
recluso dos pastillas de jabón de 120 gramos y un tubo
pequeño de pasta dental de pésima calidad.
En temporada de invierno, se les entrega a cada recluso una colcha
y una camiseta enguatada, bajo el lema de que son donaciones de
otros países por lo que deben cuidarla y devolverlas al
iniciarse el verano.
Otra de las violaciones carcelarias son la falta de sillas o bancos
para el descanso necesario de los reclusos, justificando esta
carencia a la posible utilización en trifulcas, y que puedan
ser heridos unos a los otros.
La ventilación es otra de las constantes violaciones, se
obtiene absolutamente a través de unos orificios que existen
en los extremos superiores del rectángulo y por donde entra
también lluvia, polvo, hollín, moscas y mosquitos
entre otros bichos.
El entretenimiento es deficiente y escaso y no responde a ningún
programa de esparcimiento, solamente programas dirigidos de educación,
y la Tribuna Abierta, Mesa Redonda y el noticiero nacional, y
esto a partir de las 6 de la tarde. En cada penal solamente existen
dos equipos para más de 200 reclusos, y los edificios de
todos los penales tienen cuatro pisos, por lo que para poder ver
la televisión ir a esta sala y cada cual si quiere sentarse
tiene que hacerlo sobre su propio recipiente, como cubos o latas
para almacenar agua.
Después de conocer la realidad de las penitenciarias cubanas,
me parece imposible que la gente siga creyendo en el constante
cacareo del régimen de La Habana cuando afirma que su sistema
carcelario no viola los derechos de ningún reo, cuando
la realidad no es otra que decir cárcel cubana es lo mismo
que decir el " infierno de Dante" que se repite en 47
años de dictadura castrista.
LA CELDA
Ahí está la celda
Humeda. Inconmovible Rociada por el sudor que se vierte Toda agujereada de injusticia Con garabatos en nombre propio Y algún que otro mensaje que no llegó a su destino Lamentos impregnados.. Y la perfecta tortura desafiando los cuerpos La suave melodía del suplicio, reduce el corazón Y las ideas En la celda es casi un milagro conciliar el sueño Casi es un milagro tenderse sin sentir el grosor aguijoneándote y el olor a estiércol penetrante y acído tan fuerte como los embates de la razón y el grito El frío penetra a través del cemento, cada vez más angosto Pero no tienes opción que arrinconarte Beber el agua putrefacta Defecar sobre tus pies Sujetarte al balaustre más cercano Y gemir al son del mismo enigma Ahí esta la celda, articulada sobre un espacio breve También esta el temblor en cada tuétano El techo angosto, exhibiendo las estalactitas Cucarachas, grillos y chicharras cantoras Y la eterna penumbra indeseada Arrullando los suicidios diarios Lamentos, llantos, y hasta oraciones De aquellos que aun les queda fe Ahí esta la Celda Lo mismo en el Combinado del Este, Que en Manto Negro, Kilo 8 o Kilo 5 Boniato, Ariza, La Pendiente, y hasta en la propia calle Con su intenso calor, y su desafío interminable. Mientras yo desde aquí observo y muero de impaciencia Esperando que la justicia toque fondo. |
ESTE BLOG DENUNCIA LA REALIDAD DE LO QUE OCURRE EN LAS CÁRCELES CUBANAS Y EXIGE LA LIBERTAD INMEDIATA DE TODOS LOS PRISIONEROS POLITICOS Y DE CONCIENCIA QUE AUN PERMANECEN CAUTIVOS EN CUBA. ADEMAS INFORMA EL ACONTECER DIARIO EN LA CUBA DE LA NUEVA ERA, SIN CENSURA Y CON EL OBJETIVO DE QUE CUBA TENGA LIBERTAD TOTAL....
...
'LOS IMPERIOS FUNDADOS POR LA TIRANIA Y SOSTENIDOS POR LA FUERZA Y EL TERROR, DEBEN CAER CON EL ESTREPITO DE LOS CATACLISMOS GEOLOGICOS'...
LAS CARCELES NO CALLARAN LA INJUSTICIA NI SUS CRIMENES, Y SI FUERA NECESARIO SE ALZARAN LOS MUERTOS PARA JUNTO A LOS VIVOS DEFENDER LA PATRIA DE LAS GARRAS DEL TIRANO...
TRADUCTOR
DECLARACIONES DEL PRISIONERO RAUL RODRIGUEZ SOTO REALIZADA POR LA PI DANIA V GARCIA
DECLARACIONES DE MABEL GONZALEZ POR DANIA V GARCIA
DECLARACIONES DE MABEL GONZALEZ ALFONSO POR DANIA V GARCIA
DECLARACIONES DE MABEL GONZALEZ ALFONSO POR DANIA V GARCIA
domingo, 30 de junio de 2019
CARCELES CUBANAS O EL INFIERNO DE DANTE.
JINETERISMO Y SUICIDIOS EN CUBA.
POR ADELA SOTO
PERIODISTA Y ESCRITORA.
Muchas fueron las cosas que
sucedieron en la isla cuando allá por los años noventa el período especial
azotó la economía del pueblo.
Todo fue terrible, como para
recordar de por vida, incluso después de la despenalización del dólar se
perdieron aun más los valores humanos y dentro de ellos se encontraba la
juventud, la que dejó de tener opciones recreativas, pues todo paso al área de
la divisa, provocando esto que la inexperiencia de a pie, (bajos recursos) tuviera
mucho más tiempo libre para los malos pensamientos, los que llegaron a ser tan
macabros que cuando una piensa en ellos se horroriza.
Y esto ocurrió, porque no todos
se adaptaron a acuadrillarse frente al televisor sábado por sábado en espera de
un buen filme, o programa de participación. Pues en Cuba se adolece mucho de
este tipo de entretenimiento, ya que la programación se rige más por patrones
de corte ideológico y político que a refrescar y entretener las turbadas
mentes.
La otra opción que les dejaron
fue la acera a la que acudían llenos de abulia, y entre un ensarte de mentiras
piadosas y no piadosas se iban inmiscuyendo en el cruel egocentrismo que muchas
veces los llevó al alcohol y la drogadicción.
Otros de estos jóvenes
encontraron una buena distracción en el sexo, el que cogieron como hobby, sin
amor, ternura, condiciones o conocimientos en educación sexual, así se les veía
sin protección ni sentido deambulando por la vida.
Supe de infinidad de casos que
utilizaban los albergues estudiantiles como posada, donde unos velaban a los
otros, y en las mismas literas donde dormían, practicaban su sexualidad
inexperta y torpe, la que no más de una vez condujo a adolescentes femeninas a
la frigidez incurable y al vaginismo, todo producto de las manipulaciones sin
imaginación ni conocimientos en este campo tan complejo en la pareja.
Esta práctica también provocó que
los varones se convirtieran en maquinarias sexuales, y en machistas
empedernidos.
Normita la hija de Marilú mi
vecina fue una de las que engrosó las filas del jineterismo, por miseria y por
engaño. Su necesidad e inmadurez se conjugaron para ser presa fácil de un
momento de desespero.
Una mañana de noviembre bajo un
intenso frió, la vi muy tempranito recostada a la verja que daba paso al portal
de la vivienda donde residía con su hermana menor Zoraida y su madre Marilú.
Me le acerqué preocupada,
preguntándole qué le sucedía. Primero me dijo que nada, después decidió
contarme con pocas palabras, que necesitaba un vestido nuevo y un par de
zapatos para asistir a una entrevista de trabajo, pero no tenía dinero para
comprarlos.
No comprendí bien su respuesta,
pero le seguí la conversación para obtener mejores datos de la entrevista, pues
ella solamente tenía quince años, y no era posible pues debía tener diecisiete
para comenzar a laboral.
A los pocos minutos del
intercambio de palabras me dijo que un taxista que trabajaba en el hotel y muy
amigo de un extranjero que tenía un negocio de fotografías para una revista
europea le había ofertado un trabajo por 100 dólares la noche, que solamente
era posar para unas fotos en trusa más o menos por dos horas, pero que si no
iba presentable no le darían el empleo.
Le pregunté que sí su mamá sabía
de eso, y me contestó afirmativamente, aun así pensé que era mejor yo misma
decírselo y aconsejarla de las posibles complicaciones del asunto.
Por lo que fui de inmediato a
casa de Marilú y se lo enfoqué de forma inteligente pues, aunque teníamos
confianza suficiente para tratar cualquier situación, sabía de su escasez
mental, y de las necesidades perentorias que flagelaban su hogar.
Marilú mucho más entusiasmada que
la hija me afirmó que la oferta era un negocio redondo, después me relató los
por qué y por cuánto de la trama y hasta me afirmó que su muchacha tenía
condiciones para modelo, además muchas chicas se casaban con extranjeros y se
iban para otros países, y quien quitaba que su niña le gustara a los dueños del
negocio de fotografías y ahí encontraba su futuro, con intentar no perdía nada
y la suerte era loca y a cualquiera le tocaba.
Después me comenzó a poner
ejemplos, de que si Julita y Martica, eran modelos en México gracias a la ayuda
de un mexicano que vino de visita y las conoció por casualidad.
De que si Olga se casó con un
francés, que, si Lourdes la mantiene un alemán, en fin tantas cosas me dijo que
no sabía ni como convencerla del peligro que podía estar corriendo su hija.
En parte lo de modelo de ser
cierta la oferta era posible, quince años recién cumplidos, alta, delgada, de
buen cuerpo, pelo negro largo, ojos verdes, coposas pestañas, y un cutis suave
como una rosa, pero lo que no comprendía Marilú era que a pesar de todas estas
cosas tenía muy corta edad, experiencia y sabiduría para enfrentar la manada
que se le avecinaba.
Normita llegó en el momento menos
esperado de la conversación, y con mucho ímpetu me pidió que no me metiera en
sus asuntos privados, que ella hacía con su vida lo que le viniera en gana, que
yo era una envidiosa. Todo esto acompañado de una avalancha de palabras
obscenas.
Pues bien, nada se podía hacer en
este caso, y si ella lo aceptaba junto a la madre, mucho menos, además me di
cuenta perfectamente que el factor dólar había aturdido las entendederas de
estas dos mujeres, por lo que decidí regresar a mi hogar y no volver a meterme
en problemas de nadie.
Pasaron varios días de este
incidente cuando una mañana sentí unos fuertes gritos de auxilio que venían de
la calle. Así fue como supe de la muerte inesperada de Normita, había ingerido
gran cantidad de salfumante y psicotrópicos para que su expiración fuera
segura.
En el sepelio Marilú me contó con
detalles todo lo sucedido en el negocio redondo. Al fin el mismo taxista,
consiguió el vestido y los zapatos, así como un montón de alhajas propias de la
ocasión y se fue para el debut en horas de la noche.
Allí tuvo que posar desnuda por
más de cinco horas de tomas fotográficas y de video, después tuvo que realizar
pornografía con tres hombres y dos mujeres, el final fue ser violada por el
dueño de la acción, que antes de pagarle los 100 dólares le dijo que si no se
dejaba hacer el amor no le pagaba lo acordado.
Normita había caído en un negocio
de tráfico de sexo el cual desquebrajó su inocencia y psiquis. Había sucumbido
por necesidad económica en las garras de un taxista proxeneta que resolvía la
suya a la caza de los extranjeros que viajan a la isla en busca de muchachitas
incautas, con el objetivo de acumular fondos para sus bolsillos y calmar sus
aberraciones a bajo costo.
Lo cierto fue que Normita después
de enfrentarse a la jauría y cobrar los 100 dólares acordados, no tuvo más
salida que el suicidio.
La muerte de esta muchacha me
puso los pelos de punta y la ira en el superlativo.
Pueblos Cautivos “Una masacre espiritual que late en el corazón de la justicia”
En
Cuba no solamente están cautivos los hombres y mujeres que sin libertad
andan por las calles llenos de pavor y miedo. O aquellos que son
condenados a una fría celda sin condiciones, donde los sumen al maltrato
físico y psicológico por cualquier delito que hayan cometido, o
simplemente porque disientan de los ideales del amo.
La historia de esta represión organizada es espeluznante y real, y está marcada en los corazones del pueblo defensor de los derechos como una llaga incurable, por lo que es necesario recordarla y narrarla a las nuevas generaciones y aquellos que tuvieron la suerte de no verse enredados en sus tentáculos.
Hacer mención a cada hecho sería lo ideal, pero en este caso voy a referirme a uno de los actos más bárbaros que ha cometido la dictadura cubana en contra de la libertad del hombre y que no ha sido otro que la creación de “Los Pueblos Cautivos”
Por lo que comenzaré por un breve recuento de lo acontecido en la isla aprisiona a partir de que el régimen comunista tomó el poder en 1959, dándose a la tarea de sumir al pueblo en una eterna cárcel.
Entre los innumerables ataques que comenzó a profesar, estuvo en primer orden el de controlar a los supuestos desafectos. Los que solamente por disentir fueron confinados a estos sombríos parajes obligados a vivir y morir".
Para ello la emprendió con diferentes formas represivas, entre ellas la de crear " los pueblos cautivos" con la finalidad de mantener bajo estricto control y lejos de sus provincias de origen a los miles de campesinos colaboradores del movimiento armado guerrillero y opositor que surgió en los años 1960 en la montañosa zona del Escambray
Después de un intenso acto de espionaje arremetió contra infinidad de núcleos familiares residentes en el Escambray y en zonas aledañas. Para ello invadió cada propiedad privada, y confiscó cuanta pertenencia tenía el supuesto traidor, arremetiendo en primer lugar contra los hombres de cada vivienda, y dejando a sus familiares a la deriva, sin protección ni amparo gubernamental.
Muchas fueron las familias condenadas a este destierro forzado dentro de su propia patria, y los que fueron a parar a diferentes lugares como Briones Montoto y López Peña en el municipio pinareño de San Cristóbal. Sandino en Pinar del Río, Los Quemados Municipio de Manicaragua. Y a los demás los enviaron para un lugar llamado Miraflores, en la provincia de Camagüey.
Este destierro comenzó en 1970 y no se detuvo hasta 1985 con el traslado del último núcleo campesino que vivió en aquella región central del país.
Los viajes para proceder a este desarraigo ocurrieron unos tras otros hasta que no quedó ni un campesino sin ser desalojado de su lugar de origen.
Lo que no solamente demuestra la desfavorable y represiva actitud de confinamiento del régimen totalitario que dirige la isla cubana dentro de sus modalidades improcedentes, sino que en ella este bien definido su carácter arbitrario y cruel
Pero esto no le importo a ninguno de los gobernantes cubanos, su objetivo era controlar y castigar a los que valientemente tuvieron el coraje de enfrentarlos con uñas y dientes, y tomaron las armas y se introdujeron en las lomas para acabar con la dictadura que se acababa de implantar.
Comenzaron los escuadrones del ejército a citar a los implicados con los levantamientos en armas en las zonas montañosas, con el objetivo de aislarlos de por vida de la parte para ellos afecta, y no contaminar a los supuestos revolucionarios.
Todo por el terrible miedo a que continuaran organizándose y terminaran con el gobierno, por eso no se detuvo la búsqueda y captura, a través de la operación Limpieza del Escambray” acusándolos de contrarrevolucionarios, y condenándolos a muchos años de cárcel.
A los implicados en estos hechos no sólo los encarceló, sino que los desheredo de sus propiedades, al igual que hizo con los colaboradores, o presuntos colaboradores, que los desterró del lugar y envió a las construcciones y al trabajo forzado de las “Comunidades Cautivas”
Entre los citados al aislamiento se encontraban algunos exguerrilleros que nunca fueron identificados como tales, pero eso no los exonero de culpa, y fueron conducidos como, criminales, escoltados por oficiales de la Seguridad del Estado hasta el estadio deportivo de la ciudad de Santa Clara.
Allí conglomeraron a todos los cabezas de familia, en este caso a los hombres, amenazándolos a través de un corto discurso, donde les dijeron que los iban a trasladar hacia otras provincias, porque todos eran culpables de contrarrevolución, y tenían pruebas fehacientes de que habían apoyado o participado en los levantamientos del Escambray, por lo que ninguno merecía ni el aire que respiraba.
Para humillarlos más les aseguraron que a partir de ese momento iban a ser confinados no solo de sus tierras y viviendas, sino que su condena era el sufrimiento de ellos, y todas las generaciones que estuvieran nacidas o por nacer.
Muchos pensaron que con el tiempo su situación iría mejorando y que los odios de las partes en conflicto quedarían en el pasado, pero la frase que los oficiales castristas le dijeron a todos estos hombres a la hora del destierro, en la ciudad de Santa Clara, el 15 de diciembre de 1971, no fue dicha para que se olvidara, pues fue cumplida a cabalidad, junto con la apropiación de reses, tierras, sembrados, viviendas, y artículos personales.
De inmediato, a todos estos acusados los montaron en un tren cuyos vagones habían sido convertidos en pequeñas prisiones móviles y bajo fuerte custodia militar fueron conducidos hacia su nuevo destino: los que serían “Los pueblos cautivos” y donde los esperaba la tristeza y la calamidad, entre la represión y la muerte espiritual.
Allí se convirtieron en prisioneros desterrados. Obligados a trabajar entre diez y doce horas diarias, sin condiciones de vida, mala alimentación, maltratos, castigos, golpes, falta de atención médica y sin ningún tipo de contacto familiar, pues construir sus prisiones era uno de los castigos.
Nunca se supo la cantidad de campesinos que fueron a este destierro cautivo, pero se calcula que las cifras sobrepasaban los 2500, lo que indica que las víctimas de esta inmolación pudieran ascender a diez mil cubanos, si no fueron más.
Se conoce que los que no encontraron cobija, tuvieron que malvivir en tinglados bajo el cielo y condenados a esta turbulencia de intolerancia gubernamental.
Pero no les bastó con esto y siguieron el rastro de cada uno de los que de una forma u otra trataba de liberarse de la opresión del recién gobierno, y seis años después de estos hechos, y de liquidarse al último foco guerrillero, el 15 de diciembre de 1971, la policía política citó nuevamente a cientos de campesinos que aun quedaban en el lugar, y que fueron acusados de haber apoyado a los grupos armados opuestos al régimen, y fueron también llevados al mismo lugar de los anteriores.
La intención del gobierno era limpiar los alrededores del lomerío central del país de elementos que en el futuro pudiesen apoyar otra acción armada contra el régimen de Fidel Castro.
Los desterrados demoraron un promedio de dos años y medio en construir las primeras viviendas de los denominados “Pueblos cautivos”, por lo que hasta 1973 no comenzaron las mudanzas de las primeras familias, el resto lo hizo en 1985.
Muchos de los obligados a esta masacre espiritual, cuando menos lo esperaban, se aparecían en sus puertas varios militares armados, y sin saludar si quiera, les decían que tenían que salir del lugar porque ya la vivienda estaba terminada y había llegado la hora de partir al cautiverio familiar, por lo que les daban la dirección y les ordenaban irse de de forma rápida y sin protestas.
También les advertían que no tenían que llevar nada porque las viviendas estaban amuebladas, pero esto fue una de las tantas mentiras, pues muchos pudieron comprobar que los nuevos apartamentos se encontraban vacíos.
Al cabo de poco tiempo supieron todos que las viviendas que tuvieron que abandonar a la fuerza y sus tierras, fueron ocupadas por personas afectas al gobierno, y de forma gratuita y nunca les pagaron por sus propiedades ni un solo centavo. Es decir que esto constituyo a una de las tantas expropiaciones ilícitas que ha cometido la administración comunista.
La primera etapa de estos desalojos se realizó en camiones desde Güinía de Miranda hasta los llanos de Jibacoa, en el mismo Escambray. Otras familias salieron de los diferentes municipios.
Los locales donde los albergaron no tenían condiciones para juntar a personas mayores con niños, pues no había privacidad Todo se componía de literas estrechas, de tablas, muchas sin colchonetas.
Los militares custodios del lugar le dieron leche a los pequeños y algo de comer a los adultos. Al otro día, continuaron las deportaciones en camiones similares hasta Manicaragua. De allí a un lugar llamado El Ranchón, donde las condiciones eran mucho perores.,
Al llegar a este lugar no le dieron comida a nadie, ni siquiera leche a los niños. Al oscurecer, los volvieron a subir a los camiones hasta Santa Clara.
Los bajaron en unos solares yermos cerca de la estación del ferrocarril sin consideración, a pesar de que la mayoría eran mujeres, ancianos y niños, pues la a mayor parte de los hombres desde 1971-72 estaban presos en diferentes regiones de la provincia occidental de Pinar del Río.
En esta ciudad pasaron la noche sin dormir, atacados por los mosquitos, con un intenso frío y mojado por la lluvia que para más desgracia comenzó a caer.
Al poco rato los subieron al tren, ese que años antes había llevado a los hombres al destierro de las comunidades cautivas.
Era un tren con muchos vagones convertido en cárceles móviles diseñadas para las mujeres, niños y ancianos con el mismo rigor que para los hombres.
En los mismos iban como custodios en cada vagón ocho o nueve guardias armados hasta los dientes, ninguno podía moverse.
Los niños lloraban asustados, y por la inmensa hambre. Los viajes duraban más de 35 horas, era una tortura irresistible, pero ninguno podía hacer nada.
En este tren-cárcel, iban personas para los pueblos cautivos construidos en López Peña, Briones Montoto y Sandino. "
En la medida en que llegaban al final del trayecto, la caravana dejaba los coches y continuaba su viaje hasta la próxima parada y así, hasta llegar a la última".
Algunos de los deportados a la fuerza llevaban algunas pertenencias, pero ninguno la pudo llevar consigo, sino en otro lugar que nadie conocía, después supieron que las traían en un tren de carga.
Al llegar tuvieron que enfrentarse a la nueva odisea de buscar dentro de un sin número de bultos cuales eran los de cada cual.
Cuando ya cada uno localizó el suyo, fueron al encuentro con los hombres de la familia los que llegaban en busca de las mujeres y los niños en carretas tiradas por bueyes. Todos sucios, mal comidos, delgados, y con la piel ennegrecida por el sol.
Estos hechos, así como los encuentros familiares ocurrieron hasta mediados del año 85 en que se realizó el último destierro del Escambray hasta el cautiverio.
Todos acusados de insurgentes, sospechosos de colaborar, y guerrilleros, por lo que comenzaron a sobrevivir bajo estricta represión policial y todos en pueblos con adversas condiciones de convivencia, pero si con excelentes condiciones para la vigilancia
Con el paso de los años habilitaron tres casitas como escuelas primarias. Más tarde, al darles casa a los últimos presos, convirtieron el albergue donde vivían en escuela
Los adolescentes que asistían a la secundaria básica debían dirigirse hasta el pueblo de San Cristóbal, ubicado a ocho o diez kilómetros de distancia, la mayoría de las veces a pie, por no tener transporte para trasladarse".
Así se mantuvieron por muchos años, hasta que al final en 1978 el estado comenzó a mejor las condiciones. Por ejemplo, las principales calles fueron asfaltadas, pavimentaron las aceras, habilitaron áreas verdes e inauguraron algunas tiendas de productos industriales y alimenticios.
Además, crearon una sala de video, y ampliaron la posta médica entre otras cosas sociales. Todas estas supuestas mejoras fueron construidas por la mano y obra de los hombres de cada familia en cautiverio obligados a trabajar como esclavos.
La única entrada y salida de estos pueblos cautivos construidos en Cuba para los desafectos del sistema totalitario y residentes del Escambray solamente tienen una entrada y una salida, que se compone de un terraplén, que se extiendo por dos o tres kilómetros hasta la autopista.
Cuanto estamos en tiempo de lluvias se convierten en pantanos, en tiempo de seca, en polvo y suciedad.
Todas estas zonas cautivas están rodeadas de montes y sabanas y el pueblo más cercano está ubicado a 14 o 20 kilómetros de distancia.
Otra de esta realidad cautiva y desterrada, es la vigilancia permanente. Las visitas de la policía política (DSE o G-2) son periódicas y las citaciones a sus dependencias son constantes.
Todos son vigilados todo el tiempo. Ninguno puede tener relaciones de amistad ni intercambiar nada con vecinos sin correr el riesgo de ser acusados por el cuerpo represivo.
En cada edificio hay tres o cuatro familias de confidentes. Los oficiales del DSE y los confidentes se reúnen cada semana en locales de la escuela básica para intercambiar informes y dar nuevas instrucciones.
Las vicisitudes de los desterrados no sólo están presentes en la observación, control y amenazas policíacas, sino que también se manifestaban en los aspectos económico-laboral y político.
Y como si esto fuera poco, todos los residentes de estos pueblos cautivos fueron y son actualmente sometidos a una sistemática discriminación laboral y económica.
La falta de confianza política que sobre ellos ejerce todavía en la actualidad el Estado totalitario, les limita al acceso a trabajos de mayor responsabilidad y mejor remuneración.
En estos pueblos cautivos cubanos nunca han existido alambrados ni soldados armados que limiten los movimientos, pero están encerrados en una cárcel diferente, en la cual la disciplina penitenciaria, las cercas y los guardias están programados en las percepciones, por lo que todos están y se sienten en calidad de prisioneros del régimen.
Sienten diariamente el dolor y el castigo del destierro, y son sumidos a la indigencia económica y social, así como calificados de contrarrevolucionarios, escorias, y otros epítetos más de la lengua del gobierno.
Toda esta discriminación general crece por días. Y los obligaba a integrarse, y a asistir a actos de apoyo del régimen. Y si se niegan los maltratan aún más.
Ante esta barbarie espiritual muchos de los condenados al destierro de las comunidades cautivas cubanas, deseaban y aun desean emigrar a Estados Unidos.
Algunos son aceptados, otros no, por lo que los denegados si por casualidad son estudiantes o se encuentran trabajando para sobrevivir, son sometidos a actos de repudio, y los expulsan del empleo.
Todos los residentes de los pueblos cautivos que viven y vivieron en la situación antes señalada son víctimas de las más refinadas torturas psíquico-físicas que se les pueda ocurrir a mentes desequilibradas como a la que dirige arbitrariamente a la nación cubana.
Decir Pueblos Cautivos, Comunidad Cautiva, es lo mismo que decir penitenciaría, ahí se asfixian a familias completas e inocentes que por una razón u otra trataron de hacer justicia a su país, desde las lomas del Escambray.
Ahí malviven hacinados, perseguidos, y hostigados, sin más opción que la resignación que nunca les llegará, porque su valentía ya fue comprobada y por eso el inescrupuloso sistema los ha sometido a una de las pruebas más monstruosa y pérfidas, con el objetivo de someterlos por venganza a la más extrema crueldad conocida en el mundo por el miedo que tienen a que un nuevo levantamiento en armas les derribe su monarquía.
La historia de esta represión organizada es espeluznante y real, y está marcada en los corazones del pueblo defensor de los derechos como una llaga incurable, por lo que es necesario recordarla y narrarla a las nuevas generaciones y aquellos que tuvieron la suerte de no verse enredados en sus tentáculos.
Hacer mención a cada hecho sería lo ideal, pero en este caso voy a referirme a uno de los actos más bárbaros que ha cometido la dictadura cubana en contra de la libertad del hombre y que no ha sido otro que la creación de “Los Pueblos Cautivos”
Por lo que comenzaré por un breve recuento de lo acontecido en la isla aprisiona a partir de que el régimen comunista tomó el poder en 1959, dándose a la tarea de sumir al pueblo en una eterna cárcel.
Entre los innumerables ataques que comenzó a profesar, estuvo en primer orden el de controlar a los supuestos desafectos. Los que solamente por disentir fueron confinados a estos sombríos parajes obligados a vivir y morir".
Para ello la emprendió con diferentes formas represivas, entre ellas la de crear " los pueblos cautivos" con la finalidad de mantener bajo estricto control y lejos de sus provincias de origen a los miles de campesinos colaboradores del movimiento armado guerrillero y opositor que surgió en los años 1960 en la montañosa zona del Escambray
Después de un intenso acto de espionaje arremetió contra infinidad de núcleos familiares residentes en el Escambray y en zonas aledañas. Para ello invadió cada propiedad privada, y confiscó cuanta pertenencia tenía el supuesto traidor, arremetiendo en primer lugar contra los hombres de cada vivienda, y dejando a sus familiares a la deriva, sin protección ni amparo gubernamental.
Muchas fueron las familias condenadas a este destierro forzado dentro de su propia patria, y los que fueron a parar a diferentes lugares como Briones Montoto y López Peña en el municipio pinareño de San Cristóbal. Sandino en Pinar del Río, Los Quemados Municipio de Manicaragua. Y a los demás los enviaron para un lugar llamado Miraflores, en la provincia de Camagüey.
Este destierro comenzó en 1970 y no se detuvo hasta 1985 con el traslado del último núcleo campesino que vivió en aquella región central del país.
Los viajes para proceder a este desarraigo ocurrieron unos tras otros hasta que no quedó ni un campesino sin ser desalojado de su lugar de origen.
Lo que no solamente demuestra la desfavorable y represiva actitud de confinamiento del régimen totalitario que dirige la isla cubana dentro de sus modalidades improcedentes, sino que en ella este bien definido su carácter arbitrario y cruel
Pero esto no le importo a ninguno de los gobernantes cubanos, su objetivo era controlar y castigar a los que valientemente tuvieron el coraje de enfrentarlos con uñas y dientes, y tomaron las armas y se introdujeron en las lomas para acabar con la dictadura que se acababa de implantar.
Comenzaron los escuadrones del ejército a citar a los implicados con los levantamientos en armas en las zonas montañosas, con el objetivo de aislarlos de por vida de la parte para ellos afecta, y no contaminar a los supuestos revolucionarios.
Todo por el terrible miedo a que continuaran organizándose y terminaran con el gobierno, por eso no se detuvo la búsqueda y captura, a través de la operación Limpieza del Escambray” acusándolos de contrarrevolucionarios, y condenándolos a muchos años de cárcel.
A los implicados en estos hechos no sólo los encarceló, sino que los desheredo de sus propiedades, al igual que hizo con los colaboradores, o presuntos colaboradores, que los desterró del lugar y envió a las construcciones y al trabajo forzado de las “Comunidades Cautivas”
Entre los citados al aislamiento se encontraban algunos exguerrilleros que nunca fueron identificados como tales, pero eso no los exonero de culpa, y fueron conducidos como, criminales, escoltados por oficiales de la Seguridad del Estado hasta el estadio deportivo de la ciudad de Santa Clara.
Allí conglomeraron a todos los cabezas de familia, en este caso a los hombres, amenazándolos a través de un corto discurso, donde les dijeron que los iban a trasladar hacia otras provincias, porque todos eran culpables de contrarrevolución, y tenían pruebas fehacientes de que habían apoyado o participado en los levantamientos del Escambray, por lo que ninguno merecía ni el aire que respiraba.
Para humillarlos más les aseguraron que a partir de ese momento iban a ser confinados no solo de sus tierras y viviendas, sino que su condena era el sufrimiento de ellos, y todas las generaciones que estuvieran nacidas o por nacer.
Muchos pensaron que con el tiempo su situación iría mejorando y que los odios de las partes en conflicto quedarían en el pasado, pero la frase que los oficiales castristas le dijeron a todos estos hombres a la hora del destierro, en la ciudad de Santa Clara, el 15 de diciembre de 1971, no fue dicha para que se olvidara, pues fue cumplida a cabalidad, junto con la apropiación de reses, tierras, sembrados, viviendas, y artículos personales.
De inmediato, a todos estos acusados los montaron en un tren cuyos vagones habían sido convertidos en pequeñas prisiones móviles y bajo fuerte custodia militar fueron conducidos hacia su nuevo destino: los que serían “Los pueblos cautivos” y donde los esperaba la tristeza y la calamidad, entre la represión y la muerte espiritual.
Allí se convirtieron en prisioneros desterrados. Obligados a trabajar entre diez y doce horas diarias, sin condiciones de vida, mala alimentación, maltratos, castigos, golpes, falta de atención médica y sin ningún tipo de contacto familiar, pues construir sus prisiones era uno de los castigos.
Nunca se supo la cantidad de campesinos que fueron a este destierro cautivo, pero se calcula que las cifras sobrepasaban los 2500, lo que indica que las víctimas de esta inmolación pudieran ascender a diez mil cubanos, si no fueron más.
Se conoce que los que no encontraron cobija, tuvieron que malvivir en tinglados bajo el cielo y condenados a esta turbulencia de intolerancia gubernamental.
Pero no les bastó con esto y siguieron el rastro de cada uno de los que de una forma u otra trataba de liberarse de la opresión del recién gobierno, y seis años después de estos hechos, y de liquidarse al último foco guerrillero, el 15 de diciembre de 1971, la policía política citó nuevamente a cientos de campesinos que aun quedaban en el lugar, y que fueron acusados de haber apoyado a los grupos armados opuestos al régimen, y fueron también llevados al mismo lugar de los anteriores.
La intención del gobierno era limpiar los alrededores del lomerío central del país de elementos que en el futuro pudiesen apoyar otra acción armada contra el régimen de Fidel Castro.
Los desterrados demoraron un promedio de dos años y medio en construir las primeras viviendas de los denominados “Pueblos cautivos”, por lo que hasta 1973 no comenzaron las mudanzas de las primeras familias, el resto lo hizo en 1985.
Muchos de los obligados a esta masacre espiritual, cuando menos lo esperaban, se aparecían en sus puertas varios militares armados, y sin saludar si quiera, les decían que tenían que salir del lugar porque ya la vivienda estaba terminada y había llegado la hora de partir al cautiverio familiar, por lo que les daban la dirección y les ordenaban irse de de forma rápida y sin protestas.
También les advertían que no tenían que llevar nada porque las viviendas estaban amuebladas, pero esto fue una de las tantas mentiras, pues muchos pudieron comprobar que los nuevos apartamentos se encontraban vacíos.
Al cabo de poco tiempo supieron todos que las viviendas que tuvieron que abandonar a la fuerza y sus tierras, fueron ocupadas por personas afectas al gobierno, y de forma gratuita y nunca les pagaron por sus propiedades ni un solo centavo. Es decir que esto constituyo a una de las tantas expropiaciones ilícitas que ha cometido la administración comunista.
La primera etapa de estos desalojos se realizó en camiones desde Güinía de Miranda hasta los llanos de Jibacoa, en el mismo Escambray. Otras familias salieron de los diferentes municipios.
Los locales donde los albergaron no tenían condiciones para juntar a personas mayores con niños, pues no había privacidad Todo se componía de literas estrechas, de tablas, muchas sin colchonetas.
Los militares custodios del lugar le dieron leche a los pequeños y algo de comer a los adultos. Al otro día, continuaron las deportaciones en camiones similares hasta Manicaragua. De allí a un lugar llamado El Ranchón, donde las condiciones eran mucho perores.,
Al llegar a este lugar no le dieron comida a nadie, ni siquiera leche a los niños. Al oscurecer, los volvieron a subir a los camiones hasta Santa Clara.
Los bajaron en unos solares yermos cerca de la estación del ferrocarril sin consideración, a pesar de que la mayoría eran mujeres, ancianos y niños, pues la a mayor parte de los hombres desde 1971-72 estaban presos en diferentes regiones de la provincia occidental de Pinar del Río.
En esta ciudad pasaron la noche sin dormir, atacados por los mosquitos, con un intenso frío y mojado por la lluvia que para más desgracia comenzó a caer.
Al poco rato los subieron al tren, ese que años antes había llevado a los hombres al destierro de las comunidades cautivas.
Era un tren con muchos vagones convertido en cárceles móviles diseñadas para las mujeres, niños y ancianos con el mismo rigor que para los hombres.
En los mismos iban como custodios en cada vagón ocho o nueve guardias armados hasta los dientes, ninguno podía moverse.
Los niños lloraban asustados, y por la inmensa hambre. Los viajes duraban más de 35 horas, era una tortura irresistible, pero ninguno podía hacer nada.
En este tren-cárcel, iban personas para los pueblos cautivos construidos en López Peña, Briones Montoto y Sandino. "
En la medida en que llegaban al final del trayecto, la caravana dejaba los coches y continuaba su viaje hasta la próxima parada y así, hasta llegar a la última".
Algunos de los deportados a la fuerza llevaban algunas pertenencias, pero ninguno la pudo llevar consigo, sino en otro lugar que nadie conocía, después supieron que las traían en un tren de carga.
Al llegar tuvieron que enfrentarse a la nueva odisea de buscar dentro de un sin número de bultos cuales eran los de cada cual.
Cuando ya cada uno localizó el suyo, fueron al encuentro con los hombres de la familia los que llegaban en busca de las mujeres y los niños en carretas tiradas por bueyes. Todos sucios, mal comidos, delgados, y con la piel ennegrecida por el sol.
Estos hechos, así como los encuentros familiares ocurrieron hasta mediados del año 85 en que se realizó el último destierro del Escambray hasta el cautiverio.
Todos acusados de insurgentes, sospechosos de colaborar, y guerrilleros, por lo que comenzaron a sobrevivir bajo estricta represión policial y todos en pueblos con adversas condiciones de convivencia, pero si con excelentes condiciones para la vigilancia
Con el paso de los años habilitaron tres casitas como escuelas primarias. Más tarde, al darles casa a los últimos presos, convirtieron el albergue donde vivían en escuela
Los adolescentes que asistían a la secundaria básica debían dirigirse hasta el pueblo de San Cristóbal, ubicado a ocho o diez kilómetros de distancia, la mayoría de las veces a pie, por no tener transporte para trasladarse".
Así se mantuvieron por muchos años, hasta que al final en 1978 el estado comenzó a mejor las condiciones. Por ejemplo, las principales calles fueron asfaltadas, pavimentaron las aceras, habilitaron áreas verdes e inauguraron algunas tiendas de productos industriales y alimenticios.
Además, crearon una sala de video, y ampliaron la posta médica entre otras cosas sociales. Todas estas supuestas mejoras fueron construidas por la mano y obra de los hombres de cada familia en cautiverio obligados a trabajar como esclavos.
La única entrada y salida de estos pueblos cautivos construidos en Cuba para los desafectos del sistema totalitario y residentes del Escambray solamente tienen una entrada y una salida, que se compone de un terraplén, que se extiendo por dos o tres kilómetros hasta la autopista.
Cuanto estamos en tiempo de lluvias se convierten en pantanos, en tiempo de seca, en polvo y suciedad.
Todas estas zonas cautivas están rodeadas de montes y sabanas y el pueblo más cercano está ubicado a 14 o 20 kilómetros de distancia.
Otra de esta realidad cautiva y desterrada, es la vigilancia permanente. Las visitas de la policía política (DSE o G-2) son periódicas y las citaciones a sus dependencias son constantes.
Todos son vigilados todo el tiempo. Ninguno puede tener relaciones de amistad ni intercambiar nada con vecinos sin correr el riesgo de ser acusados por el cuerpo represivo.
En cada edificio hay tres o cuatro familias de confidentes. Los oficiales del DSE y los confidentes se reúnen cada semana en locales de la escuela básica para intercambiar informes y dar nuevas instrucciones.
Las vicisitudes de los desterrados no sólo están presentes en la observación, control y amenazas policíacas, sino que también se manifestaban en los aspectos económico-laboral y político.
Y como si esto fuera poco, todos los residentes de estos pueblos cautivos fueron y son actualmente sometidos a una sistemática discriminación laboral y económica.
La falta de confianza política que sobre ellos ejerce todavía en la actualidad el Estado totalitario, les limita al acceso a trabajos de mayor responsabilidad y mejor remuneración.
En estos pueblos cautivos cubanos nunca han existido alambrados ni soldados armados que limiten los movimientos, pero están encerrados en una cárcel diferente, en la cual la disciplina penitenciaria, las cercas y los guardias están programados en las percepciones, por lo que todos están y se sienten en calidad de prisioneros del régimen.
Sienten diariamente el dolor y el castigo del destierro, y son sumidos a la indigencia económica y social, así como calificados de contrarrevolucionarios, escorias, y otros epítetos más de la lengua del gobierno.
Toda esta discriminación general crece por días. Y los obligaba a integrarse, y a asistir a actos de apoyo del régimen. Y si se niegan los maltratan aún más.
Ante esta barbarie espiritual muchos de los condenados al destierro de las comunidades cautivas cubanas, deseaban y aun desean emigrar a Estados Unidos.
Algunos son aceptados, otros no, por lo que los denegados si por casualidad son estudiantes o se encuentran trabajando para sobrevivir, son sometidos a actos de repudio, y los expulsan del empleo.
Todos los residentes de los pueblos cautivos que viven y vivieron en la situación antes señalada son víctimas de las más refinadas torturas psíquico-físicas que se les pueda ocurrir a mentes desequilibradas como a la que dirige arbitrariamente a la nación cubana.
Decir Pueblos Cautivos, Comunidad Cautiva, es lo mismo que decir penitenciaría, ahí se asfixian a familias completas e inocentes que por una razón u otra trataron de hacer justicia a su país, desde las lomas del Escambray.
Ahí malviven hacinados, perseguidos, y hostigados, sin más opción que la resignación que nunca les llegará, porque su valentía ya fue comprobada y por eso el inescrupuloso sistema los ha sometido a una de las pruebas más monstruosa y pérfidas, con el objetivo de someterlos por venganza a la más extrema crueldad conocida en el mundo por el miedo que tienen a que un nuevo levantamiento en armas les derribe su monarquía.
viernes, 28 de junio de 2019
Recogen firmas para que Estados Unidos restituya la política "Pies Secos Pies Mojados" para cubanos
El artista cubano residente en Miami, Erich Concepcion, ha abierto una campaña en la plataforma Change.org con el fin de que el Gobierno de Estados Unidos restituya la política de "Pies Secos Pies Mojados" para los cubanos.
"Decreto
Pies Secos, Pies Mojados en tus manos. Si de verdad eres crítico de la
suspensión del Decreto, firma y Comparte, para restituir el decreto que
beneficia a nuestros hermanos cubanos. Menos Discursitos de Jueces
precoces y más acción", escribió el humorista y cantante en su perfil de
Facebook, acompañado de un link a la petición.
Previamente, el artista, conocido por sus viajes a Cuba para entregar ayudas a residentes en la Isla,
había escrito otro post en el que avisaba de la necesidad de una acción
de apoyo hacia los migrantes que están en la frontera con México.
"Me
comprometo ante esta comunidad a irme a México, a la frontera, a donde
están nuestros hermanos recibiendo tratos vejatorios a decirles que no
están solos y a pedir al Gobierno de Estados Unidos que decrete
urgentemente Pies Secos, Pies Mojados, por el drama que están viviendo
los cubanos que no están solos, porque tienen aquí a un pueblo que les
recibirá con brazos abiertos. Basta de hostigar a los nuestros en Cuba,
en México o dónde sea. Hagamos campaña. Estén atentos a mi llamado",
escribió.
En una de sus últimas acciones como presidente, Barack Obama eliminó en enero de 2016 la política de "Pies Secos Pies Mojados",
que amparaba, protegía y daba beneficios especiales a los cubanos que
lograban alcanzar tierra firme norteamericana sin ser interceptados.
La política había sido implementada en 1995, bajo el mandato de Bill Clinton, apenas unos meses después del masivo éxodo de balseros, que comenzó en agosto de 1994.
Durante
años permaneció como un memorando de la ley de Ajuste cubano y entre
sus beneficios se encontraba, además de la permanencia legal en el país,
la posibilidad de obtener trabajo, así como ventajas económicas,
sociales y médicas.
Desde su anulación, los cubanos han
debido cumplir los mismos requisitos que cualquier otro inmigrante que
llegue a Estados Unidos, y ello ha dificultado en extremo la ansiada
obtención de asilo político.
Previo a la decisión de Obama, muchas
autoridades y figuras públicas de varios países se habían alzado a
favor de la eliminación de esa política.
Entre
ellos los congresistas cubanoamericanos de Florida y también
presidentes de varios países centroamericanos, que se vieron seriamente
afectados por la oleada de cubanos que invadió países como Costa Rica,
Panamá o Colombia a lo largo de 2016.
A finales de agosto, hasta nueve países latinoamericanos expresaron en una carta su preocupación por
los efectos que estaba provocando la Ley de Ajuste Cubano sobre sus
países. Entre los firmantes estuvieron Colombia, Panamá, México,
Ecuador, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Perú.
De
la política de "Pies Secos Pies Mojados" se podían beneficiar los
cubanos que llegaban por mar, los que se presentaban por la frontera de
México o Canadá, y los que llegaban por avión a un aeropuerto de Estados
Unidos o a alguno de sus territorios.
Diez años de prisión y decomiso de bienes para uno de los mayores productores porcinos de Holguín
Bismar Rodríguez Pérez, uno de los mayores productores privados de carne de cerdo de los últimos tiempos en Cuba ha sido condenado a 10 años de cárcel, después de haber permanecido recluido un año en espera del juicio.
Las
autoridades le han decomisado, además, desde dinero que tenía en el
banco hasta su finca con infraestructura para la cría de cerdos. También
le expropiaron un tractor, informó Diario de Cuba.
La
sentencia se dictó el pasado 14 de junio en el Tribunal de Sagua de
Tánamo, Holguín. La familia no puso asistir a la audiencia porque reside
en Mayarí, al igual que Rodríguez Pérez, a 60 km de Sagua de Tánamo,
hacia donde los funcionarios del Gobierno movieron la sesión sin mayores
explicaciones.
"Los
delitos del joven emprendedor son muy cuestionables", afirmó al medio
citado un jurista de Holguín que pidió conservar su anonimato por temor a
represalias.
Este jurista dijo además que el juicio del ganadero parece más “un linchamiento por enriquecimiento” que un acto de justicia.
Explicó
que existe mucha corrupción alrededor de los negocios privados, que
muchos funcionarios del Estado no llevan adelante los trámites si no les
pagan.
“En verdad, alrededor de todos esos grandes negocios
particulares existen muchas irregularidades, que califican de corrupción
o tráfico de influencias”, detalló aludiendo a que la mayor parte del
tiempo los productores pagan una culpa que no es de ellos si no de la
mala administración del Gobierno.
“El problema es que la
burocracia es muy pesada, con muchas trabas y regulaciones que
entorpecen las gestiones y los funcionarios solo las agilizan con
coimas”, añadió.
“Aquí el funcionario retarda los trámites o los
entorpece en espera de una coima, que generalmente solicitan utilizando a
terceros que actúan como intermediarios"
"Es
un negocio ilícito muy lucrativo. Son acciones donde es difícil
discernir si al dar un soborno eres culpable de soborno o víctima de
extorción. Es complicado".
"Lo raro es que se hayan ensañado con
ese caso, porque es algo habitual y no se combate. Casualmente deciden
actuar contra un emprendedor exitoso que estaba creciendo mucho”,
precisó el jurista en referencia al éxito que había alcanzado Rodríguez
Pérez en su negocio.
La sentencia dictada contra el ganadero de Holguín está en proceso de apelación, informaron fuentes cercanas al caso.
La dura condena aplicada a este caso no es rara en Cuba, donde el Gobierno impide que los negocios privados florezcan.
Facebook Ex oficial de Seguridad del Estado podría ser condenado a 20 años de prisión en Miami
El
ex oficial de la Seguridad del Estado Saúl Santos Ferro se declaró
culpable este martes ante un tribunal federal de Miami y admitió que fue
militar en Cuba, aunque aclaró que al viajar a Estados Unidos estaba
retirado y trabajaba por su cuenta.
Santos Ferro, de 74 años, está
acusado de dos delitos graves y podría enfrentar la deportación tras
cumplir la sentencia que le será impuesta por el tribunal.
La
acusación federal contra Santos Ferro incluye un cargo por mentirle a
las autoridades estadounidenses sobre su vínculo con la estructura
militar cubana en el momento de llenar su formulario para la residencia
permanente, y otro por fraude al Seguro Social, ya que entre el 2016 y
el 2019 recibió ayuda monetaria del gobierno.
En
su solicitud de residencia permanente, el acusado negó haber estado
involucrado en alguna organización o actividad policial, o haber
trabajado en prisiones o centros de detención en Cuba.
La
decisión final sobre su condena la tomará un juez de distrito, pero el
tribunal le adelantó este martes que su condena puede ser entre seis
meses y hasta 20 años de cárcel, y no tendrá derecho a apelación. El
acuerdo de culpabilidad contempla una recomendación de condena de 12
meses y un posterior proceso de deportación.
Una próxima audiencia permitirá brindar testimonio a víctimas de sus actos represivos en Cuba.
"Esta
es una victoria ciudadana en la sociedad estadounidense, que es capaz
de buscar la justicia para las personas que han sufrido la represión del
régimen castrista", dijo a CiberCuba el abogado Santiago Alpízar,
integrante de la asociación Cuba Represor ID, con sede en Miami.
Fue
a través de las denuncias registradas por Cuba Represor ID que las
autoridades estadounidenses tuvieron conocimiento del caso de Santos
Ferro. Su nombre empezó a circular en las redes sociales con acusaciones
de personas que lo identificaron como jefe de la Seguridad del Estado
en San Cristóbal, en la provincia de Artemisa. Los documentos
presentados por la fiscalía federal indican que tenía grados de teniente
coronel y se desempeñaba en el sistema de cárceles y prisiones del
Ministerio del Interior.
Santos Ferro obtuvo una visa de visitante
en La Habana y viajó a Estados Unidos en 2012. Al año siguiente
solicitó residencia permanente en el país.
El exmilitar cubano fue descubierto en febrero último
y detenido por el FBI. En ese momento un juez decretó arresto
domiciliario, con un localizador, y le impuso una fianza de 100 mil
dólares.
Alpízar dijo que su organización, fundada por abogados
cubanoamericanos, trabaja a partir de "denuncias viables" y de
evidencias que puedan confirmarse debidamente. "Buscamos justicia para
víctimas de la represión y no participamos de denuncias anónimas ni de
cacerías de brujas".
"Exhortamos a todas las personas que han sido
víctimas de la represión policial en Cuba a contar sus experiencias y
no permitir que los victimarios se refugien en Estados Unidos
escondiendo su pasado ominoso", manifestó el abogado.
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