El
ex oficial de la Seguridad del Estado Saúl Santos Ferro se declaró
culpable este martes ante un tribunal federal de Miami y admitió que fue
militar en Cuba, aunque aclaró que al viajar a Estados Unidos estaba
retirado y trabajaba por su cuenta.
Santos Ferro, de 74 años, está
acusado de dos delitos graves y podría enfrentar la deportación tras
cumplir la sentencia que le será impuesta por el tribunal.
La
acusación federal contra Santos Ferro incluye un cargo por mentirle a
las autoridades estadounidenses sobre su vínculo con la estructura
militar cubana en el momento de llenar su formulario para la residencia
permanente, y otro por fraude al Seguro Social, ya que entre el 2016 y
el 2019 recibió ayuda monetaria del gobierno.
En
su solicitud de residencia permanente, el acusado negó haber estado
involucrado en alguna organización o actividad policial, o haber
trabajado en prisiones o centros de detención en Cuba.
La
decisión final sobre su condena la tomará un juez de distrito, pero el
tribunal le adelantó este martes que su condena puede ser entre seis
meses y hasta 20 años de cárcel, y no tendrá derecho a apelación. El
acuerdo de culpabilidad contempla una recomendación de condena de 12
meses y un posterior proceso de deportación.
Una próxima audiencia permitirá brindar testimonio a víctimas de sus actos represivos en Cuba.
"Esta
es una victoria ciudadana en la sociedad estadounidense, que es capaz
de buscar la justicia para las personas que han sufrido la represión del
régimen castrista", dijo a CiberCuba el abogado Santiago Alpízar,
integrante de la asociación Cuba Represor ID, con sede en Miami.
Fue
a través de las denuncias registradas por Cuba Represor ID que las
autoridades estadounidenses tuvieron conocimiento del caso de Santos
Ferro. Su nombre empezó a circular en las redes sociales con acusaciones
de personas que lo identificaron como jefe de la Seguridad del Estado
en San Cristóbal, en la provincia de Artemisa. Los documentos
presentados por la fiscalía federal indican que tenía grados de teniente
coronel y se desempeñaba en el sistema de cárceles y prisiones del
Ministerio del Interior.
Santos Ferro obtuvo una visa de visitante
en La Habana y viajó a Estados Unidos en 2012. Al año siguiente
solicitó residencia permanente en el país.
El exmilitar cubano fue descubierto en febrero último
y detenido por el FBI. En ese momento un juez decretó arresto
domiciliario, con un localizador, y le impuso una fianza de 100 mil
dólares.
Alpízar dijo que su organización, fundada por abogados
cubanoamericanos, trabaja a partir de "denuncias viables" y de
evidencias que puedan confirmarse debidamente. "Buscamos justicia para
víctimas de la represión y no participamos de denuncias anónimas ni de
cacerías de brujas".
"Exhortamos a todas las personas que han sido
víctimas de la represión policial en Cuba a contar sus experiencias y
no permitir que los victimarios se refugien en Estados Unidos
escondiendo su pasado ominoso", manifestó el abogado.
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