Asesino vive en prisión con privilegios

Dania Virgen García

Cuba por Dentro

Desde el edificio 3 del Combinado del Este,  el recluso Yasser Rivero Boni, informa, que el preso José Ángel Cruz Montoya, asesino y pederasta violento, vive con grandes privilegios.

Refiere  Rivero Boni  que el preso José Ángel Cruz, de 71 años de edad, fue sancionado en el año 2004, a 50 años de privación de libertad por los delitos de asesinato y pederastia.

En ese año, Cruz  violó a dos niños de 8 y 9 años de edad, en el municipio de Guanabacoa. Después de haber consumado su bestialidad, amarró a los niños en una línea de tren. Uno de ellos pudo desamarrarse y pedir auxilio, pero al otro niño, el tren le pasó por encima.

Este caso fue instruido por el oficial José Luis Pérez, del departamento técnico de Investigaciones (DTI).  

Ante de  ese crimen, Cruz había cumplido sanciones por robo con fuerza, asalto y violaciones.

Ahora el asesino, goza de privilegios en el Combinado del Este. Se halla en una celda solo, en el edificio de menor régimen de severidad, edificio tres, compañía 28 segundo norte, celda 3402. Como su celda permanece abierta desde la 5 de la mañana hasta las 12 de la noche, Cruz transita por todo el edificio y el hospital sin la custodia de los funcionarios de orden interior.

El preso padece de cáncer en el esófago, y epilepsia, por lo que le fue otorgada la licencia extrapenal, pero se negó a aceptarla por temor a que los familiares de las victimas lo ultimen.

Como dieta  le suministran un litro de yogur o leche, a diario, en el almuerzo y en la comida le proveen malanga, y medio kilogramo de pollo, en momentos que a muchos presos les han sido suspendidas las dietas. También a diario disfruta 7 de horas de sol, mientras el resto de los presos sólo reciben una hora cada dos días.

En esta prisión hay reclusos que se encuentran presos por delitos de menor cuantía, que padecen de enfermedades crónicas y terminales, y tienen que esperar años por una licencia extrapenal. A muchos les son otorgadas las licencias extrapenales cuando están a punto de morir.