Desde la prisión provincial de kilo 7, en la provincia de Camagüey, el recluso Jorge Alberto Liniado Linares, miembro del Frente de Resistencia Cívica “Orlando Zapata Tamayo”, describe las situaciones infrahumanas en que viven los presos en esta prisión.
Hacinamiento, condiciones mínimas de sanidad, falta de atención médica, letrinas inmundas, carencia de agua potable e iluminación, hambre y tratos crueles, inhumanos y degradantes, conforman un sistema de destrucción de valores humanos sin precedentes.
Al cierre del primer trimestre, en la prisión de Kilo 7, la cifra de lesionados, producto de la violencia represiva de los guardias, ya ha alcanzado las 30 víctimas, y amenaza con seguir aumentando. 20 reclusos intentaron quitarse la vida; dos lograron suicidarse. 8 se han auto-agredido.
Alrededor de 200 reclusos están seriamente desnutridos, como resultado de la corrupción de los militares, el descontrol, y la falta de exigencia en los desvíos de recursos, y el abuso de poder de las autoridades del penal.
La fuente refiere la carencia de medicamentos para los presos enfermos de diabetes, y el incumplimiento de la dieta nutricional que se les debe suministrar a los enfermos. Lo que pone en riesgo sus vidas.
Los 20 reclusos que padecen de diabetes tipo 2, desde hace tres semanas sufren la carencia de medicamentos, especialmente la tableta de Glivencalamida. Según las respuestas de los médicos, el medicamento se halla en falta nacionalmente, debido a que no hay la materia prima para producirlo en el país.
La dieta deficitaria es justificada con la carencia de recursos debido al embargo económico norteamericano que enfrenta el país.
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