Dania Virgen García
Desde la prisión de Quivicán, en la provincia de Mayabeque, el reo Omar
Delgado Roque, quien extingue sanción en el destacamento ocho, refiere
las condiciones en que viven los presos.
Refiere la fuente que la alimentación que reciben es pésima. Los boniatos, casi siempre picados, los sirven con tierra. El arroz se halla sucio, con piedras, y mal elaborado. Afirma que el capitán William Gaínza Lores, segundo jefe de la unidad, cambia los sacos de arroz que le asignan a la prisión por otro de peor calidad y muchas veces en mal estado a los agricultores que viven alrededores de la prisión.
Asegura delgado Roque que los reos son golpeados con manguera, palos, y cabillas.
En los destacamentos, y celdas de castigo abundan las ratas.
El jefe de la prisión, Osnedi Roca Bertancourt fue trasladado para
Quivicán luego de una fuga que hubo en la prisión de régimen especial la 26, en Camagüey, el pasado año.
La fuente afirma que el jefe de orden interior, Arobi Carrasal, el segundo jefe de orden interior, Alexis Biscet, el jefe del salón de visita Yosvani Aguilar, el jefe de reeducación Yoelsi González, alias El Plástico, el primer jefe de la unidad teniente coronel Osnedi Roca Betancourt, y el capitán William Gaínza, se aprovecharon de los materiales que fueron asignado para la reparación de la prisión. Dichos materiales fueron desviados para la construcción de varias viviendas situadas detrás de la prisión.
Asegura la fuente que el capitán Gainza Lores utilizó al interno apodado El Colorado para que le trabajara como albañil, y plomero en la construcción de su vivienda.
De 18 destacamentos sólo se pudo repara seis, sin la terminación completa. En muchos no hay agua, ni hay taza de baño.
Refiere además que los médicos y enfermeras, se prostituyen con los guardias y los reclusos.
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