LA
HABANA. (CN)– Las autoridades cubanas piden una condena de tres años de
privación de libertad para el prisionero político invidente Alexander
Roberto Fernández Rico, quien quedó en una silla de ruedas tras una
prolongada huelga de hambre en la prisión Combinado del Este, en La
Habana.
El
tribunal fijó el juicio para el 22 de agosto, en la audiencia de la
Habana, dijo Mercedes Rico, madre del reo en una llamada telefónica.
“Yo
me enteré por unos amigos, pues las autoridades no me avisaron”,
declaró Mercedes. “Más tarde lo confirmé con dos activistas, a quienes
mi hijo pudo llamar ya adentrada la noche (del martes), porque a él le
avisaron solo 12 horas antes. Esto lo hacen para que no vaya ningún
activista a la vista oral”, agregó la madre del discapacitado.
Al cierre de esta información no se conocían detalles sobre la audiencia, que debió ocurrir en la mañana del miércoles.
La fiscalía acusa a Fernández Rico de “desacato”, “resistencia” y “portación ilegal de arma blanca”.
Fernández
Rico está padeciendo una polineuropatía como resultado de tres
prolongadas huelgas de hambre en los últimos dos años, la última de
ellas hace solo unas semanas.
Fue
encarcelado el 17 de abril pasado, después de protestar en un ómnibus
de pasajeros, donde gritó “Abajo Fidel y Raúl”, y “Vivan los derechos
humanos” porque policías le estaban dando una paliza a un joven que
viajaba colgado en la puerta de un autobús repleto de pasajeros.
Fernández
Rico, de 37 años y residente de San Miguel del Padrón, en La Habana, es
activista del Partido Neocatólico, del Consejo de Relatores y de los
Círculos Democráticos Municipalistas de Cuba.
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