CARTA DE DÍAZ FUENTES A SU HERMANA
25-07-2011.
En huelga de hambre y en celda de castigo en el Combinado del Este el caso de Domingo Ifraín Díaz Fuentes.
Estos son los métodos que usa la policía en Cuba.
Este preso por Tráfico de Personas, (vino a buscar a su esposa y a su hijo) se encuentra en huelga de hambre desde el 11 de mayo de 2011. Fue trasladado -el pasado viernes 8 de julio- a celda de castigo desde el Hospital Nacional de Reclusos del Combinado del Este, y contra él se utilizó la brutalidad policial, cosa a la que ya está “acostumbrado”, pues le han golpeado en varias ocasiones e incluso cuando lo detuvieron, sin necesidad alguna, le dieron un tiro en una pierna.
Ifraín reclama en su huelga de hambre que dejen entrar a su hijo a Cuba y que le permitan un proceso de revisión de causa.
A continuación se reproduce una carta de Ifraín dirigida a su hermana Aymara Díaz Fuentes, en la que cuenta las vicisitudes por las que ha pasado en los últimos días.
Lunes 11-7-11
Hola mi hermana:
Te repito la carta del día 6-7-11 porque no sé si llegó a tus manos, la que te mandé el jueves antes de que sucediera todo lo que ha sucedido conmigo de parte de estos HP torturadores. El jueves de la Sala E para la Sala G y a pesar de estar más cómoda y ser un Régimen Especial nos ponen juntos a Marcelino y a mi en cubículos juntos a tuberculosos, con SIDA, sin ningún tipo de protección ni para ellos ni para nosotros, al aire libre como para que nos contagiemos y terminar de matarnos rápidamente y luego como siempre justificarse…
Espero por la casa y por Miami todos estén bien seguimos incomunicados y aquí todo el mundo tiene miedo hacernos un favor, tú sabes.
El viernes por la mañana yo amanecí con una hoja encima de mi mosquitero que decía así. En la Sala “G”, en español bien claro:
Por favor no me molesten. Estoy en Huelga de Hambre, no hablo con comunistas torturadores, sólo con mi familia. Tampoco quiero nada de ustedes sólo un
E
P † D
“Ataúd Para mi”
O
Mi Libertad Libertad
Textualmente así, esto los volvió locos a todos principalmente a la Jefa de Sala, teniente Yordanka y el Jefe de Orden Interior, teniente Pedroso, que rápido buscó un Mayor muy educado, luego que le dije que si se lo llevaba le tiraría un pomo de orine, el Mayor lo leyó y junto a otros guardias unos cinco se marchó rápido. Subió con el mayor Roely y otro mayor más Gabriel, tú los conoces, y un guardia.
Este Gabriel, 2do. del Combinado usó la sicología conmigo y se me tiró al pomo de orine, sólo alcance a chispearlo y rápido se me tiraron encima los cuatro, no podían esposarme y luego de un forcejeo lo logran. Son muchos contra mi, me rompen el reloj y me sacan a rastros de la Sala para afuera, allí les digo horrores: asesinos, dictadores y que si eso no era tortura física. Me dice Pedroso que me voy a podrir en una celda. Todo esto fue el viernes 8 alrededor de las 10 am.
Se me zafan las esposas y me caen arriba como animales. Me había quitado la ropa y querían ponérmelas obligado, no me dejaba ponérmelas y Roely me cogió por el cuello y me dio dos estrellones contra el piso fortísimos, sin soltarme.
Me faltaba mucho el aire y los demás encima de mí. Gabriel, el “colorao” Pedroso y los guardias me esposan detrás y me arrastran a la silla de nuevo, mandan a buscar a 8 Rottweiler, para que me condujeran al área incrementada, en la misma jaula del día 28-9-09.
Y de anteayer que me tuvieron al sol al mediodía por 39 minutos y dicen que no es tortura, encerrado herméticamente y al sol del mediodía que rajaba piedra, para luego ver ese día a los tenientes coroneles Pero Luis, fiscal militar y teniente coronel Espinosa y decirme en mi cara que yo no tenía razón en nada de las acusaciones que les hice. Les dije mentirosos, asesinos, torturadores, dictadores y todo lo que me vino a la mente, y me tapé los oídos para no escucharlos.
Aquel día como te contaba los Rottweiler me estrangularon y me pusieron las ropas, short y calzoncillo, me trajeron para la misma Celda No.26 del área especial del Edificio No.1 (Prisión Combinado del Este).
Sin ninguna pertenencia, se quedó Pedroso el Jefe de Orden Interior del Hospital Nacional de Reclusos con todo y estoy desde entonces incomunicado totalmente por órdenes de Roely y Gabriel, desnudo en este piso frío y húmedo sin ropas ni nada, sólo con mi diario como almohada y un poco de papel sanitario.
Espero esta carta te llegue y cuando te llamen muévete a recogerla, Luisito o Mauricito te darán algún mensaje, es muy complicado todo. A Osmel lo trajeron también está en la número 25, aquí a mi lado.
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