Dania Virgen García
En la prisión de régimen especial de Agüica Matanzas, los presos
William González Concepción y Lázaro Pie Pérez informaron que Jorge
Jobea Castillo, preso por tráfico ilegal de persona, sancionado a 13
años, lleva 10, sin ningún tipo de beneficio penitenciario. Esta
información la atestiguan Estelio Jobea Medina, Víctor Arcia Suarez,
Noelio Casañola Rodríguez, y Dunieski Alonso Montero.
También
en la misma prisión, la doctora Yeniséi Pérez Alpizar, le niega la
atención médica y los medicamentos al interno Lázaro Pie, quien cumple
una sanción de meses y se encuentra en régimen severo. El tte coronel
Emilio Cruz Rodríguez, durante una entrevista el pasado 6 de abril, lo
amenazó.
En el centro de detención el Vivac, situado en Calabazar, al oeste de La Habana, según informó Daniel Pérez Díaz, los detenidos se ven obligados a bañarse con el cubo que se utiliza para limpiar, como cenicero y para escupir, debido a que no tienen cubo ni agua en las duchas. La alimentación es poca y de mala calidad. Asegura la fuente que los alimentos se los roban los policías para alimentar a los cerdos. También informó Pérez Díaz que varios detenidos se encuentran en huelga de hambre.
En la prisión de Canaleta, en la provincia Ciego de Ávila, el preso Juan Peña González, del destacamento 9, informó que el mayor Eugenio de la Cruz Nieve, jefe de orden interior, siempre está ebrio. El oficial, que estuvo ingresado por alcoholismo, en una ocasión disparó varios tiros contra su esposa. Cuando está borracho, abusa de los presos, propinándoles severas golpizas.
Desde el campamento La Empresita, en la provincia de Camagüey, el preso Luis Ángel Olivera, de 23 años de edad, junto a 12 reos que trabajan en la reparación y construcción de centros estatales, y para el MININT, demandaron a los jefes porque desde el día 19 de enero del presente año, no cobran salario alguno.
La fuente expresó que cuando a su madre le amputaron las dos piernas, no pudo comprarle alimentos para enviarle al hospital.
La fuente advirtió que dar esta información le traerá problemas, ya que le corresponde salir en libertad el próximo mes de mayo, y puede ser revocado para la prisión.
El preso dijo que los jefes todos los meses les dicen que les pagarán “el día 20”, pero el salario nunca llega y les explican que “la nomina no está terminada”.
Los presos reclamaron ante el primer secretario del PCC, Tapia, y este les dijo que no se preocuparan que el problema se solucionaría, pero no lo ha resuelto.
En la prisión provincial de Las Mangas, en Bayamo, Granma, un preso enfermo que se encuentra ingresado en la enfermería, Mario Galano López, informó que la noche del 22 de abril varias decenas de presos sufrieron diarreas y fiebre alta, producto de una morcilla que le suministraron en mal estado a los presos. Hubo 90 casos en Las Mangas y 16 en el campamento el Molino. El responsable del suministro de la morcilla fue el jefe de alimentos, el 1er tte. Luis Ángel Zulueta.
Denunció Galano que el médico del MININT, el capitán Omar Tamayo Aguilar, les niega la asistencia médica a los presos ingresados. Según Galano, el preso Rafael Rodríguez Leiva, que se inyectó excrementos con sal en el pie izquierdo el pasado día 12 de abril, advirtió la noche del 23 que realizaría otra auto agresión.
Refiere la fuente, que al preso Yoan Carrasco Rondón, de 22 años, de edad, pendiente de juicio, quien padece de úlcera crónica y una bacteria, lo esposan de manos y pies, y lo llevan para las celdas que le dicen “el rastrillo”, para que no lo vean, y no le sientan los gritos de dolor, y luego en las madrugadas lo trasladan para la enfermería.
En el centro de detención el Vivac, situado en Calabazar, al oeste de La Habana, según informó Daniel Pérez Díaz, los detenidos se ven obligados a bañarse con el cubo que se utiliza para limpiar, como cenicero y para escupir, debido a que no tienen cubo ni agua en las duchas. La alimentación es poca y de mala calidad. Asegura la fuente que los alimentos se los roban los policías para alimentar a los cerdos. También informó Pérez Díaz que varios detenidos se encuentran en huelga de hambre.
En la prisión de Canaleta, en la provincia Ciego de Ávila, el preso Juan Peña González, del destacamento 9, informó que el mayor Eugenio de la Cruz Nieve, jefe de orden interior, siempre está ebrio. El oficial, que estuvo ingresado por alcoholismo, en una ocasión disparó varios tiros contra su esposa. Cuando está borracho, abusa de los presos, propinándoles severas golpizas.
Desde el campamento La Empresita, en la provincia de Camagüey, el preso Luis Ángel Olivera, de 23 años de edad, junto a 12 reos que trabajan en la reparación y construcción de centros estatales, y para el MININT, demandaron a los jefes porque desde el día 19 de enero del presente año, no cobran salario alguno.
La fuente expresó que cuando a su madre le amputaron las dos piernas, no pudo comprarle alimentos para enviarle al hospital.
La fuente advirtió que dar esta información le traerá problemas, ya que le corresponde salir en libertad el próximo mes de mayo, y puede ser revocado para la prisión.
El preso dijo que los jefes todos los meses les dicen que les pagarán “el día 20”, pero el salario nunca llega y les explican que “la nomina no está terminada”.
Los presos reclamaron ante el primer secretario del PCC, Tapia, y este les dijo que no se preocuparan que el problema se solucionaría, pero no lo ha resuelto.
En la prisión provincial de Las Mangas, en Bayamo, Granma, un preso enfermo que se encuentra ingresado en la enfermería, Mario Galano López, informó que la noche del 22 de abril varias decenas de presos sufrieron diarreas y fiebre alta, producto de una morcilla que le suministraron en mal estado a los presos. Hubo 90 casos en Las Mangas y 16 en el campamento el Molino. El responsable del suministro de la morcilla fue el jefe de alimentos, el 1er tte. Luis Ángel Zulueta.
Denunció Galano que el médico del MININT, el capitán Omar Tamayo Aguilar, les niega la asistencia médica a los presos ingresados. Según Galano, el preso Rafael Rodríguez Leiva, que se inyectó excrementos con sal en el pie izquierdo el pasado día 12 de abril, advirtió la noche del 23 que realizaría otra auto agresión.
Refiere la fuente, que al preso Yoan Carrasco Rondón, de 22 años, de edad, pendiente de juicio, quien padece de úlcera crónica y una bacteria, lo esposan de manos y pies, y lo llevan para las celdas que le dicen “el rastrillo”, para que no lo vean, y no le sientan los gritos de dolor, y luego en las madrugadas lo trasladan para la enfermería.
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