Desconozco
si hay alguien en Cuba que haya sido sancionado por violar las normas
internacionales que condenan a los que cometen abusos, crueldades y
torturas en contra de los presos.
LA
HABANA. (CPD)- En las cárceles cubanas, miles de reclusos se encuentran
cumpliendo condenas sin haber cometido delito alguno, por capricho de
la policía o por no tener dinero para sobornar a jueces y fiscales.
Otros que sí cometieron delitos, a veces cumplen sanciones
desproporcionadas por motivos similares. Policía, fiscales, y jueces,
son una familia corrupta, por llamarla así. Una verdadera mafia.
Las
prisiones cubanas amontonan a reos de todo tipo, no interesa el delito
que cometió, para que “se pudran en las cárceles”, como suelen decir los
carceleros.
Centenares
de reclusos por años duermen en el piso, en condiciones infrahumanas,
son víctimas de los carceleros que los golpean, algunos quedan con
lesiones graves para toda su vida, o mueren por las severas golpizas.
Pero cuando las familias reclaman, les responden que fue suicidio.
Las
escuelas pre universitarias en el campo, al no tener condiciones para
mantener a los adolecentes, ya que la alimentación era critica, y las
condiciones de vidas estaban por debajo de lo establecido, han sido
convertidas en la actualidad en prisiones para albergar a reos de ambos
sexos.
No
poseen un espacio de tres metros por reo, algunas tienen solo tres
baños con turcos, tanques de 55 galones para almacenar el agua. Otras no
tienen las instalaciones de agua potable. Abundan todo tipo de
insectos, no poseen médicos para primeros auxilios, y la alimentación es
pésima.
Estos
campamentos de mínima severidad, llamados Centros de Estudio y Trabajo
Municipal (CETEM) son una gran farsa. Los reclusos son analfabetos
funcionales que nunca llegan a terminar tales estudios. Los maestros son
los mismos presos. Trabajan en la construcción de edificios para los
oficiales del MININT: según la categoría, así es la vivienda del
oficial. También trabajan en la construcción de nuevas oficinas y nuevos
comedores para los jefes.
Los
salarios devengados por los reclusos están por debajo de los 225. pesos
en moneda nacional, lo que equivale a menos de 10 dólares al mes. Más
del 40 % de la fuerza productiva encarcelada trabaja para el MININT.
Uno
de los principales beneficios de los jefes de estos centros penales es
el transporte, donde gastan miles de litros de gasolina, y petróleo para
su uso personal. Sin embargo, no llevan a reclusos enfermos ni les es
permitido montar a reos que tengan a sus padres graves o que hayan
fallecido, por lo que la mayoría de los reclusos en estas situaciones no
pueden ir al entierro de sus padres, o visitarlos en un hospital.
En
Cuba los reos son desechables, no importa que enfermen, de qué
enfermedad padezca, que edad tengas, si eres menor de edad, o de la
tercera edad.
Si
hacemos una estadística sobre la población penal en Cuba, y su
crecimiento progresivo podemos que sacar el porciento de presos en
relación con la cantidad de habitantes, seguramente Cuba está entre el 1
y el 10 en el mundo en cuanto a cantidad de presos por cada 100
habitantes adultos.
Con
la exhuberancia en la administración de “justicia”, los índices de
criminalidad se han disparado, en un sistema que dice ser equitativo e
incapaz de violar los derechos humanos.
Ya en Cuba no alcanzan las prisiones para encerrar a hombres, mujeres, y menores de ambos sexos.
¿De
cuáles derechos humanos y civiles se habla, de qué justicia, cuando
sancionados a un año de privación de libertad por delitos menores son
encarcelados en prisiones de máxima severidad mientras que otros que
llevan más de 20 y 25 años recluidos por asesinato, violaciones,
pederastia, y otros delitos graves, son trasladados a los campamentos
penitenciarios?
En
Cuba, una sanción de privación de libertad, por cualquier motivo, por
pequeño que sea, significa matricular en una universidad criminal, donde
impera el “sálvese quien pueda”.
En
las cárceles cubanas imperan el racismo, la segregación, la homofobia, y
las rencillas regionalistas cuando los presos son trasladados para
otras provincias.
La
reeducación e reinserción en la sociedad es mentira. Cuando estos reos
cumplen sus condenas en el infierno, no son acogidos por la sociedad,
sino que son rechazados, les niegan el trabajo y la posibilidad de
rehacer sus vidas. Muchos se ven obligados a volver a delinquir y son
enviados de nuevo a la cárcel. Otros, en busca de una alternativa tratan
de abandonar el país, pero la mayoría desaparece en el mar
Los
miembros de las altas esferas, los dirigentes, o sus descendientes,
cuando cometen delitos graves, y traicionan la confianza depositada en
ellos, son sancionados, pero cumplen en sus casa sus condenas, o en
prisiones con mejores condiciones y tratos especiales.
La
coacción, y el chantaje, son métodos usados por las autoridades de las
cárceles para que el recluso no se queje. A los reclusos que osan de
denunciar los abusos, las torturas, y los tratos infrahumanos, les son
quitados sus beneficios penales, libertad condicional, el tercio de la
sanción, son castigados, maltratados, y llevados a celdas de castigos
por años, en espera de que “se compliquen” en otros delitos e
indisciplinas.
Me
pregunto: ¿Cuántos reos sufren estas represalias? ¿Por qué hay tantos
menores de edad presos en Cuba?, ¿Por qué son de la raza negra la mayor
cantidad de reclusos en las cárceles? ¿Por qué son tantos los presos que
se auto agreden, y se suicidan por desesperación? ¿Por qué el gobierno
cubano no permite la visita a las cárceles de los relatores de derechos
humanos, la Cruz Roja Internacional, y de representantes de la ONU?
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