“Mi familia creó algo y Castro se lo robó”, dice un afectado
  
El
 Hotel Riviera, que perteneció al mafioso Meyer Lansky, podría entrar en
 la lista de propiedades disputadas (cubahotelswow.com)
MIAMI, Estados Unidos.- La familia del mafioso estadounidense Meyer 
Lansky, así como la de otro ciudadano de EE.UU. llamado Burke Osborne 
Hedges, luchan por sumarse a la lista de demandantes al gobierno cubano 
por propiedades confiscadas luego de la revolución de 1959, según un 
reporte de El Nuevo Herald.
Meyer Lansky, quien llevó el crimen organizado en EE.UU. de una 
operación regional a un sindicato de alcance nacional, poseía el hotel 
Riviera de La Habana, y el casino que había en su interior. Ahora la 
hija y el nieto del gánster de Nueva York nacido en Rusia reclaman una 
compensación de ocho millones de dólares por esa pérdida, pero durante 
siete meses la respuesta de las autoridades norteamericanas ha sido 
negativa.
“Mi familia creó algo”, dice por su parte Burke Francisco Hedges. 
“Castro se lo robó. Queremos que nos lo devuelvan”, continúa. Su padre, 
Burke Osborne, poseía una veintena de propiedades en Cuba, valoradas en 
50 millones de dólares.
Las reclamaciones de Lansky y Hedges no cumplieron con la fecha 
límite determinada por el gobierno federal para certificar las pérdidas 
sufridas después de la revolución cubana de 1959. No obstante, ambas 
familias quieren sumarse todavía a la lista de afectados, para los que 
Washington negocia con La Habana un pago único de 1 900 millones de 
dólares por concepto de todas las propiedades confiscadas en la Isla a 
ciudadanos norteamericanos.
La Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras aceptó, hasta
 1972, pruebas de pérdidas debido a propiedades nacionalizadas. Luego, 
entre 2005 y 2006, la misma comisión se reunió para considerar 
propiedades confiscadas después de 1967. En total, el gobierno 
estadounidense tiene certificadas 5 913 reclamaciones.
Por su monto, en esa lista de miles de afectados las reclamaciones de
 los Hedges ocuparían el lugar 12, mientras que los Lansky tendrían el 
40.
Rechazado la idea de que es demasiado tarde para exigir el pago, las 
dos familias han presentado sendas reclamaciones. Ninguna de las dos ha 
podido explicar por qué no lo hicieron a tiempo, pero según un abogado, 
la reapertura de la Comisión de Liquidación de Reclamaciones Extranjeras
 entre 2005 y 2006 sentó un precedente de que EE.UU. “defiende a sus 
contribuyentes, no importa el tiempo que haya pasado, de cualquier 
gobierno que les confisque propiedades en la Isla sin la debida 
reclamación”.
Sin embargo, pueden surgir otras complicaciones para los demandantes.
 La Habana podría alegar que la constitución cubana prohíbe compensación
 a familias que tuvieron que ver con el régimen de Batista
En tanto, los reclamantes todavía tienen a su favor una cláusula de 
la ley Helms-Burton, de 1996, que permite a cubanoamericanos y 
ciudadanos de EE.UU. presentar demandas civiles contra compañías que 
utilicen propiedades expropiadas con fines de lucro.
Todos los presidentes de EE.UU., desde que fue aprobada la 
Helms-Burton, han suspendido dicha cláusula, posiblemente para evitar 
demandas contra compañías de naciones aliadas que hacen negocios con 
Cuba.
El Hotel Riviera de La Habana hoy es propiedad del Estado cubano, 
mientras que las tierras que poseía la familia Hedges (unos 30 000 
acres) podrían haber quedado igualmente en manos del gobierno. Los 
Hedges poseían además la textilera Ariguanabo, entre otras grandes 
inversiones.
La no compensación a familias estadounidenses podría afectar, en un 
futuro, la llegada de productos cubanos a EE.UU., aún después de 
levantado el embargo.

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