Militares y remesas familiares, un secreto bien guardado
Osmar Laffita Rojas \
El pasado 8 de julio, el entonces ministro de Economía y Planificación Marino Murillo Jorge expuso en la Asamblea Nacional del Poder Popular el
estado de la economía cubana en el primer semestre, cuando hubo un
pobre crecimiento de un 1% del Producto Interno Bruto (PIB), la mitad de
lo que se había propuesto el Gobierno.
Murillo lo atribuyó a que desde diciembre del pasado año se
presentaron limitaciones financieras, motivadas por la caída de los
ingresos por las exportaciones y limitaciones en los aseguramientos del
combustible. Pero en su larga intervención no aparece referencia alguna
al monto de divisas recaudado por concepto de exportación de servicios
especializados, principalmente de médicos y paramédicos a Venezuela,
Brasil y Ecuador; no se habla de lo recaudado de los 3,6 millones de
turistas que visitaron Cuba en el año 2015; y tampoco se mencionan las remesas familiares, procedentes principalmente de EEUU.
La dramática situación financiera en la que el Gobierno afirma se encuentra la economía cubana contradice la información de The Havana Consulting Group (THCG)
del pasado mes de junio de que el envío de remesas a Cuba alcanzó la
cifra récord de 3.354,12 millones de dólares en el año 2015.
El presidente del THGC, Emilio Morales, asegura que de 2008 a 2015
las remesas crecieron en 1.907,06 millones de dólares, con una media
anual de 238,3 millones de dólares, lo cual aseguró, es "un hecho sin
precedentes”.
THCG explica el incremento del flujo de dinero a Cuba por el aumento
de la emigración, el levantamiento de las restricciones a los montos de
remesas que se envían a Cuba, los viajes de los cubanoamericanos a la
Isla y la apertura del sector de la economía privada y cooperativista no
agropecuario.
Los militares y las remesas
Western Union tiene oficinas en muchas de las Tiendas Recaudadora de Divisas (TRD) en las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud, que son dirigidas por el Grupo Administración Empresarial S.A. (GAESA) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Por tanto, los militares tienen el control de los mayores montos del dinero que entra a Cuba por concepto de remesas.
FINCIMEX, entidad financiera de la Corporación CIMEX dirigida por
GAESA, expide tarjetas magnética a los usuarios cubano de manera
gratuita como Caribbean Transfers, Ocean Card, Trascard y American
International Service, S.A. Los poseedores de estas tarjetas, previa
firma de contrato, pueden recibir dinero procedente de Europa, Estados
Unidos, Angola y otras partes del mundo y lo cobran sin problema en los
bancos y cajeros automáticos en toda Cuba.
Además, la Dirección de Correos ha creado oficinas en las principales
ciudades de Cuba dedicadas al cobro de dinero enviado principalmente de
Europa. Muchas personas recurren a este servicio, que compite
activamente con la Western Union.
Con la excepción de "las mulas" —personas dedicadas a entrar dinero
al país sin declararlo, para entregarlo, previo el pago de una comisión,
a sus destinatarios— el Gobierno cubano tiene el control de la mayor
parte del dinero que envían los cubanos residentes en el exterior a sus
familiares en Cuba.
Pero el Gobierno jamás informa sobre las remesas ni sobre las
ganancias que les reportan los viajes de los cubanoamericanos a la Isla,
a pesar de tener ese dinero debidamente contabilizado.
En el informe "Turismo, llegadas de visitantes internacionales,
enero-diciembre 2015, edición enero 2016", emitido por la Oficina
Nacional de Estadística e Información (ONEI), en el acápite "Llegadas de
visitantes internacionales por países, enero-diciembre", en el apartado
"Otros", están contemplados los cubanoamericanos y estadounidenses que
visitaron la Isla: 943.157 visitantes, que en su gran mayoría se
alojaron en hoteles y casas de emprendedores privados dedicados a la
renta de habitaciones. Tanto el Ministerio de Turismo, como la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) llevaron un riguroso control de los gastos de estas personas durante sus estancia en Cuba.
Acerca de la cifra de 3.354 millones de dólares que entraron a Cuba
en el 2015 por concepto de remesas en el año 2015, THCG no identifica
las fuentes que le proporcionaron tal información, lo cual le resta
credibilidad.
Quien sí sabe la cantidad exacta es el Gobierno cubano, pero la
mantiene en secreto por su política de no considerar esas entradas de
dinero como parte integrante del PIB.
Lo que sí es seguro es que el monto de la remesas que entraron a Cuba
en el año 2015 fue superior a las entradas por la exportación de
níquel, azúcar y tabaco cuyos precios están muy deprimidos en el
mercado internacional, así como de los ingresos brutos del turismo, que
fueron de 2.800 millones de dólares, y la venta de medicamentos.
Más del 60 % de la población cubana recibe remesas enviada por sus
familiares radicados en el exterior, principalmente en EEUU. Por el
efecto multiplicador que tienen estas remesas, el resto de la
población, por múltiples artilugios económicos, saca provecho de ellas.
Pero quien pasa el rastrillo y se ocupa de recoger la mayor parte de
los dólares que entran a Cuba son las mas de 2.000 TRD establecidas a lo
largo de todo el país, que tienen el monopolio de la venta minorista en
dólares.
En ellas, los cubanos están obligados gastar gran parte de los
dólares que reciben en alimentos, productos de aseo y equipos
electrodomésticos. Recordemos que el pasado año las TRD tuvieron una
facturación cercana a los 5.000 millones de dólares.
Las remesas han sido también determinantes en la creación,
crecimiento y expansión de las micro y pequeñas empresas privadas. El
pasado año, 510.558 cubanos, amparados en la Resolución 42 del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), se dedicaban a las
actividades privadas autorizadas.
Solamente en La Habana, 2.000 dueños de viviendas, con licencias,
tienen habilitadas 4.700 habitaciones para rentar a turistas, y hay 400
pequeños restaurantes privados, muchos de los cuales tienen firmados
contratos con las agencias de viajes para el envío de paquetes de
turistas a sus establecimientos.
Pero todavía el Estado cubano no
reconoce a estos pequeños empresarios como personas jurídicas y, por
tanto, no se dispone de cifras exactas de cuánto han representado las
remesas en el florecimiento de estas pymes (pequeñas y medianas
empresas): lo que se diga al respecto es puramente especulativo.
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