CRISIS MIGRATORIA
Cubanos apostados en la unidad de Flagrancia. (EL TELÉGRAFO)
En la noche del miércoles, 147 ciudadanos cubanos permanecían en la
Unidad de Flagrancias, en el centro-norte de Quito, a la espera de la
decisión que tomarán las autoridades después del desalojo del Parque del Arbolito, que ocurrió la madrugada del 6 de julio, informó el diario El Comercio.
Según el medio, el ministro del Interior, José Serrano, declaró que los detenidos que estuvieran de manera irregular en Ecuador serían deportados a Cuba.
Por su parte, Francisco Hurtado, abogado de derechos humanos y vocero
de los detenidos, señaló que no hay delito por el cual puedan ser
juzgados los emigrantes.
"Las personas que se mantenían en el Arbolito contaban con un permiso
para ocupar el lugar hasta el sábado. Entre los detenidos, incluso,
están cinco menores de edad", dijo.
Como medida de protección fue presentado un pedido de Habeas Corpus,
entregado al Tribunal de Garantías Penales a las 17:00 horas del
miércoles. Sin embargo, según Hurtado, no hubo ninguna respuesta ya que a
esa hora cerraron el juzgado. Para su resolución, dijo el abogado,
tienen 24 horas a partir de que fue presentada la medida.
"Al ser un proceso constitucional, deberían detener las audiencias de deportaciones y resolver el Habeas Corpus", dijo Hurtado.
Mientras se define la situación, los familiares de los detenidos
permanecen en las afueras de la Unidad de Flagrancia. Cerca de las 19:00
horas recogieron alimentos y bebidas para los detenidos.
Está previsto que desde las 8:00 de este jueves se inicien las
audiencias para tratar el caso de los cubanos. Sin embargo, Fran Milán,
uno de los cubanos que espera en las afueras de la Unidad de
Flagrancias, manifestó que se mantendrán en el lugar hasta que se defina
la situación.
"Tenemos miedo de que los trasladen a otro lugar en la madrugada por
lo que estaremos aquí hasta resolver la situación", dijo Milán.
La semana pasada, cerca de 200 cubanos que se mantenían en el parque
La Carolina, en el norte de Quito, obtuvieron el permiso para acampar en
el Parque del Arbolito. Este grupo pide una visa humanitaria que les
permita llegar a Estados Unidos. El pedido lo hicieron primero a la
Embajada de México. Allí se inició la medida de presión con la
instalación del campamento. Sin embargo, de allí también fueron
desalojados.
Testimonios
Un hombre extiende su brazo a través de unas rejas de metal y hace un
reclamo: "nosotros no somos delincuentes". Quienes lo rodean prefieren
quedarse en silencio mientras los policías toman sus datos y registran
su ingreso a la Unidad de Flagrancia, en el norte de Quito. Los
uniformados del grupo antimotines, que los custodian, escuchan los
reclamos sin inmutarse, reseñó este jueves El Comercio.
Todos los retenidos allí ingresaron a la unidad judicial en la
madrugada del 6 de julio, luego de que los policías realizaran un
operativo de control migratorio en el Parque del Arbolito.
En ese lugar, desde hace una semana, acampaban casi 300 emigrantes
varados en Quito. Pedían ayuda a la embajada de México para poder
transitar de forma legal por esa nación y a partir de allí continuar el
trayecto hasta los Estados Unidos.
La visa nunca llegó. Los pedidos fueron rechazados en la oficina
diplomática y tras permanecer primero fuera de la sede mexicana y luego
en el parque La Carolina, hicieron del Arbolito su campamento temporal.
Jorge es un médico cubano que llegó hace un año y medio a Quito. Él
se encontraba en el grupo de extranjeros que fueron retenidos y contó
cómo fue el desalojo.
"Los policías llegaron cuando todos dormíamos. Nos quitaron carpas,
alimentos y nos subieron en buses. Fue un acto violento", señaló.
Lucy también narró que durante la detención el personal de migración
no les indicó de qué se trataba. Ella estuvo retenida durante la mañana,
pero tras comprobar que su estatus era legal en el Ecuador fue
liberada.
José Serrano, ministro del Interior, defendió la acción policial y
aseguró que los emigrantes no contaban con permisos de la Intendencia
para permanecer en el parque. El funcionario dijo que en total fueron
detenidas 63 personas y que su permanencia o no en el país dependía de
los jueces de contravenciones.
Francisco Hurtado, defensor de derechos humanos, habla de al menos
147 personas privadas de la libertad, entre estos dos niños de entre 3 y
11 años y dos adolescentes. El joven activista se presentó el 6 de
julio en la Unidad de Flagrancia para representar legalmente al grupo de
extranjeros, quienes ahora enfrentan un proceso legal para ser
deportados hacia Cuba.
Hurtado calificó la detención como "arbitraria". Dijo que los
emigrantes no debían ser trasladados a una unidad penal por que se
trataba de un tema migratorio.
El canciller, Guillaume Long, se refirió el martes
a la situación de los cubanos varados en Quito. Criticó a Estados
Unidos por la Ley de Ajuste Cubano que otorga a los isleños visa en ese
país una vez que hayan llegado a su territorio.
Desde el 2008, el Gobierno de Ecuador cambió su política migratoria.
En ese año eliminó el visado y habló de la libre movilidad. Pero a
partir del 1 de diciembre del 2015 impuso ese requisito para los
cubanos. Ese año, Migración registró el ingreso más alto de isleños
desde el 2010: 73.475. De ellos 47.565 registraron su salida. Del resto
no se conoce si se quedaron en el país o salieron clandestinamente.
A partir de la implementación de la visa, el río Napo, en la
Amazonía, se convirtió en una puerta de ingreso frecuente para los
extranjeros. Ellos emprendían un trayecto de cinco meses desde que
salían de La Habana hasta llegar al recinto Nuevo Rocafuerte, ubicado en
Orellana, en la frontera con Perú.
Los emigrantes han contado que por esa ruta, que incluye navegar el
río Amazonas, pagan entre 5.000 y 10.000 dólares a las bandas de
traficantes. Entre los cubanos detenidos el miércoles en Quito se
encuentran personas que ingresaron por la Amazonía en mayo pasado.
Ellos
contaron que su viaje lo iniciaron en Guayana, cruzaron Brasil y Perú,
hasta llegar a Quito. En la capital se unieron a otros extranjeros que
el miércoles pedían la libertad de sus compatriotas.
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