Por Idania Yánes
SANTA CLARA. (CN)- El pasado 19 de junio se desató un brote diarreico en la prisión Ariza 2, en la provincia de Cienfuegos, provocado por alimentos en mal estado.
Según Juan Ruperto Becerra, miembro del Presidio Político Pedro Luís Boitel, el brote afectó aproximadamente a la mitad de la población penal, compuesta por 2 mil presos. El menú de ese día estuvo compuesto por "espaguetis con olor a rayo, y chícharos medio crudos" -dijo Becerra vía telefónica.
Agregó la fuente que el personal médico de la cárcel comunicó a los afectados que la descomposición se produjo debido a una "mala digestión", pero no aplicó tratamiento médico alguno. Al día siguiente, la cifra de afectados aumentó y fue entonces que los médicos orientaron suministrar a los reos sales de hidratación, por vía oral.
"Cuando sirven picadillo, pata y panza, pescado y otros productos cárnicos, en el almuerzo o la comida, estos siempre huelen mal, seguramente por falta de refrigeración. Pero qué va a hacer uno. Hay que comer lo que aparezca" -concluyó Becerrra.
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