RANCHUELO. CUBA
Félix Reyes Gutiérrez,
-Las autoagresiones de los sancionados en la prisión provincial de Canaleta, Ciego de Ávila, han aumentado en las últimas semanas, según los reclusos “ por indolencia de los directivos del penal”.
El preso Léster Almaguer, de 29 años, intentó ahorcarse e ingirió ácido sulfúrico porque a su esposa, quien lo visitaba en la cárcel, le prohibieron visitarlo durante un año porque le llevó Benadrilina, un medicamento que se vende sin receta, a la prisión, para tratar una alergia que padece.
Los penados Diosmeli Hernández y Luís Pardelles, de 39 y 44 años, residentes en Santiago de Cuba y Holguín respectivamente, se cortaron con cuchillas de afeitar las venas de sus manos porque las autoridades se niegan a trasladarlos a penitenciarías cercanas a sus provincias de origen, para posibilitar que sus familiares los visisten.
El recluso Rolando Silva, de 19 años, con domicilio en la provincia de Holguín, también ha intentado ahorcarse en reiteradas ocasiones por la misma causa.
Aseveró el reo Osvaldo Bravo Rodríguez que las autoagresiones se producen casi a diario en la cárcel, porque es el único método que tienen los reclusos para que la los funcionarios escuchen al menos sus demandas.
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