LA HABANA, (PD) Aún convaleciente de las quemaduras que casi le cuestan la vida hace más de un mes, el recluso Alexander Muñoz Borges responsabiliza a funcionarios de orden interior de la prisión 1580, en San Miguel del Padrón, que se burlaron de sus advertencias de que se iba a dar candela si no le permitían conversar con el jefe de la prisión, y en vez de impedirlo, lo desafiaron a que se suicidara.
"No me dejaron otra alternativa que la muerte", me dijo en conversación telefónica desde el hospital de reclusos del Combinado del Este.
Muñoz afirma que fue implicado en un tráfico de pastillas de Gravinol, (utilizadas para drogarse) por lo que fue trasladado al departamento de instrucción de Acosta, en el municipio 10 de octubre, donde permaneció por dos días. Regresado a la prisión, en la celda nueve, el 20 de junio sobre las 10 y 30 de la mañana, en un arranque de desesperación, se cosió los labios, se roció con alcohol y se dio candela.
El recluso había pedido a los oficiales que le explicaran como había quedado su proceso de instrucción y les advirtió que si en dos horas no le permitían hablar con el teniente coronel Reinaldo, jefe de la prisión, se daría candela El mayor Denis, jefe de orden interior, el capitán de la Cruz y el teniente Sandy insultaron al preso y le dijeron que no buscarían al jefe de la prisión, que se diera candela si quería, que si se moría lo enterraban.
Unos reclusos que limpiaban las celdas descubrieron a Muñoz ardiendo a los veinte minutos. Fue conducido para el Hospital "Miguel Henríquez", pero al no haber allí sala de quemados, fue trasladado para el hospital
"Calixto García", donde permaneció 28 días en terapia intensiva, con quemaduras de tercer grado desde la cabeza hasta la cintura. Sin haberse recuperado fue trasladado para el hospital de reclusos del Combinado del Este, donde se encuentra actualmente.
"Calixto García", donde permaneció 28 días en terapia intensiva, con quemaduras de tercer grado desde la cabeza hasta la cintura. Sin haberse recuperado fue trasladado para el hospital de reclusos del Combinado del Este, donde se encuentra actualmente.
Antes de intentar suicidarse, Alexander Muñoz había realizado una huelga de hambre de 25 días.
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