Por Dania Virgen García
Desde la prisión provincial de Canaleta, en la provincia Ciego de Ávila, informó el recluso Rolando Castro Sánchez que Mernier Hernández Alarcón, un preso con problemas psiquiátricos sufrió una golpiza por reclamar atención médica.
Hernández Alarcón pidió ser llevado a la enfermería y el reeducador se negó. Esto trajo como consecuencia que el reo Mernier Hernández iniciara una huelga de hambre en la que lleva mas de siete días. El preso se cosió la boca y se puso en la muñeca una pulsera que decía ¨viva la libertad¨.
El reeducador Macías, el oficial de guardia René y un oficial del Departamento Técnico de investigaciones (DTI) lo esposaron, lo golpearon en el rostro y la espalda, le descocieron la boca a la fuerza, y le quitaron el pulso que, según le manifestó el oficial René, “representaba a la contrarrevolución”.
Según Rolando Castro Sánchez, “el reeducador Macías y el oficial René le dijeron al preso que debía de morirse, porque ellos no tenían hijos presos y no les importaban lo que le sucediera a él”.
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