LA HABANA, Cuba, 13 de octubre (Dania Virgen García, www.cubanet.org ) -El recluso Rolando Díaz Castro informa que en la madrugada del 10 de octubre, en la prisión provincial de Canaleta, en Ciego de Ávila, se produjeron asesinatos, torturas y otros hechos de sangre, que -según él- son responsabilidad de los funcionarios de orden interior y el jefe de la prisión, Ricardo Pérez Díaz.
Según Díaz Castro, a las cuatro de la mañana varios funcionarios de orden interior (guardias), por órdenes del jefe de la prisión abrieron las rejas de las celdas de castigo, “con la intención de que se produjeran hechos de sangre entre los presos”.
Dos reclusos intentaron ahorcarse. Uno de ellos, a quien llamaban Coqui, no murió y recibió una golpiza. El otro falleció.
Un recluso llamado Miguel Rodríguez Calderón fue apuñaleado y se encuentra grave en un hospital. Otro, de apellido Lara, fue salvajemente golpeado por los guardias.
Todos los reclusos involucrados en estos hechos eran jóvenes de la raza negra.
Al amanecer, Díaz Castro, de 45 años, fue esposado y conducido ante el jefe de la prisión, quien le dijo que lo sucedido no era su responsabilidad. “Me dijo que en la prisión no se torturaba, que él recibía órdenes de La Habana, y me advirtió que si seguía informando a ‘la gente de los derechos humanos’ acerca de lo que pasaba en Canaleta, sería enviado a otra prisión”.
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