Indulto de presos
Presos convocan huelga de hambre en reclamo de "indulto humanitario y sin utilidad política"
Una carta firmada por 26 reos comunes y políticos de la prisión provincial de Guantánamo invita a unirse al ayuno a presos de todas las cárceles de la Isla
Redacción CE, Madrid
Presos políticos y comunes de la Prisión Provincial Combinado de Guantánamo han convocado una huelga de hambre para reclamar "un indulto humanitario y sin utilidad política", al considerar un "insulto" el anunciado por el presidente Raúl Castro el pasado diciembre.
"Más que un engaño, mal pensado y mal intencionado, fue un insulto y no un indulto; el descontento es general en todas las cárceles del país.
Por tanto estamos convocando sin incitar a nadie, a unirnos a la huelga que comenzó a partir de hoy en todas las prisiones del país", afirman en una carta fechada el 23 de febrero y divulgada hoy por el centro de
información Hablemos Press.
La misiva informa que desde hoy están en huelga de hambre en la prisión de Guantánamo 26 presos, entre ellos 18 presos políticos y opositores, y que "con toda seguridad se irán sumando a la misma más prisioneros comunes".
Los firmantes señalan entre sus reclamos a las autoridades cubanas "un indulto justo, sin favoritismo, sin parientelismo, sin venalidad; un indulto verdaderamente humanitario y sin utilidad política".
Asimismo, exigen al Gobierno de Raúl Castro que sean liberados los presos políticos y opositores confinados actualmente en las cárceles de todo el país.
Los 26 presos políticos y comunes apuntan en su carta que con la huelga no permitirán "que el gobierno le venda una falsa imagen durante su visita a su santidad Benedicto XVI".
"Será una huelga de hambre larga y muy difícil, no queremos morir, pero estamos conscientes que nos pueden dejar morir o asesinar como hicieron con Orlando Zapata Tamayo y con Wilman Villar Mendoza", afirman en el documento.
Igualmente, dicen que como represalias podrían ser confinados "en una celda hedionda, tapiada, sin luz ni ventilación, sin agua y sin pertenencia alguna; rodeados de roedores, mosquitos, cucarachas y otros insectos, vectores de enfermedades; expuestos al frío y a la humedad".
Los presos han dirigido su misiva, entre otros, al Gobierno de Estados Unidos, la Unión Europea, al secretario general de la ONU, la OEA y a organizaciones internacionales de derechos humanos como Amnistía Internacional.
Desde que se anunció el indulto, en varias cárceles de la Isla se han reportado protestas en desacuerdo con la aplicación de esta medida del Gobierno.
En un discurso ante la Asamblea Nacional el pasado diciembre, Castro dijo que el indulto iba a ser aplicado por razones humanitarias a más de 2.900 presos, muchos de los cuales fueron excarcelados los días siguientes al anuncio.
El presidente cubano también informó de la excarcelación anticipada de 86 extranjeros de 25 naciones, bajo la condición de que sus países aceptaran la repatriación; y que, salvo contadas excepciones, no se incluirían en este beneficio sancionados por delitos de espionaje, terrorismo, asesinato, homicidio, tráfico de drogas, pederastia con violencia, robo con fuerza en vivienda habitada, violación y corrupción de menores.
Asimismo, comunicó que podrían ser puestos en libertad "algunos condenados por delitos contra la Seguridad del Estado" y en todos los casos los indultados habrían cumplido "una parte importante de la pena en prisión y mostrado un buen comportamiento".
Castro explicó que la decisión del indulto respondía a "la política establecida", a solicitudes de "familiares e instituciones religiosas", y a la próxima visita del papa Benedicto XVI a Cuba.
Esta medida constituye el mayor indulto del Gobierno de Cuba desde 1998, cuando fueron liberados más de 200 presos a raíz de la visita del Papa Juan Pablo II a la Isla.
Varios opositores consideraron la medida del Gobierno insuficiente y la calificaron de "estética".