Librado Pérez, quien sufre de diabetes y cirrosis hepática, dijo vía telefónica a este reportero que los afectados por la enfermedad reciben la misma comida que el resto de los penados: arroz, sopa y huevos. En el desayuno refrescos y pan duro.
“Estos alimentos que les sirven a los enfermos de diabetes en la prisión van en contra de lo indicado por los médicos” –señaló el recluso.
Añadió Pérez que los afectados manifestaron al mayor Freddy, segundo jefe de la cárcel, y al teniente coronel Lemus, jefe del puesto médico, que debido a la alimentación que reciben se les han incrementado los índices de azúcar en sangre, y los militares respondieron que no tienen otra cosa que ofrecerles.
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