Informa  el recluso Julio Ortiz Argudín  desde la Prisión de Ariza, Cienfuegos,  que el 7 de febrero murió la esposa de un recluso que se hallaba en la  visita conyugal.  
La fallecida se llamaba Ángela, de 45 años de edad, esposa del recluso Matildo Rodríguez González.
Durante  el pabellón conyugal, la mujer se sintió mal y se desvaneció.  El reo  creyó que su esposa estaba infartada y gritó pidiendo ayuda, así como  otros presos que también se encontraban con sus esposas en el pabellón,  pero la funcionaria de orden interior que atiende el pabellón, llamada  Elena, no se encontraba en el lugar. 
Cuando apareció 27 minutos después,  requerida por los presos, explicó que se hallaba en la oficina de  reeducación arreglando las tarjetas.
El  socorro llegó demasiado tarde. Los médicos no pudieron salvarla.  Medicina Legal testificó que Ángela murió por un infarto cerebral: tenía  dos coágulos de sangre en el cerebro.
El  preso Matildo Rodríguez se encuentra en una celda de castigo bajo  medidas de seguridad.  Según Ortiz Argudín, los presos afirman que las  autoridades quieren echarle la culpa de la muerte de su esposa  a él y  no a la oficial Elena.
dania@cubadentro.com

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